domingo, 6 de mayo de 2012

Capítulo 63.

Primero de todo siento haber tardado tanto pero es que mi portátil no funciona por lo que tengo que usar el ordenador de toda la familia lo cual es muy difícil ya que somos cinco y siempre lo está usando alguien.
Segundo, quiero deciros que el siguiente capítulo tardará más en llegar por la misma razón y porque estoy de exámenes y recuperaciones.
Por último, muchas gracias por leer esta novela y por los tweets que me dedicáis, gracias. 
Os quiero mucho.




Era 14 de diciembre, a partir de ahora no había clases en la facultad, debía ir para hablar con los profesores sobre mis notas y luego ya tendría vacaciones hasta el 15 de enero. Las había aprobado todas menos dos, era un suspenso alto, tenía un 4 así que sería fácil recuperarla en el siguiente cuatrimestre. Los profesores habían sido buenos conmigo, sabían lo de mi relación con Louis porque la gente en el campus no hablaba de otra cosa así que me habían subido un poco las notas de cada asignatura.
Había pasado un mes desde que estuve con los chicos por última vez, un mes en el que salí todos los fines de semana con Pablo y las chicas, un mes en el que Louis me llamaba cada día, un mes en el que las cosas fueron bien y que, gracias a Dios, pasó rápido y sin dolor.
Volví lo más rápido que pude a mi casa para darle la noticia a mi familia y todos se mostraron bastante satisfechos, todos menos mi madre.
- Me parece un detalle muy bonito que te hayan pasado un poco la mano por eso de salir con un cantante famoso - dijo - pero no deberías acostumbrarte.
- Por supuesto que no voy a acostumbrarme mamá.
- Tienes que conseguir las cosas por ti misma y no porque tu novio sea famoso en todo el mundo, que te quede claro.
- Lo tengo muy claro.
- Le habrás dado las gracias a todos ¿no?
- Sí - mentí.
- Muy bien - sonrió - por lo demás, estoy muy orgullosa de que solo te hayan quedado dos en el primer cuatrimestre de medicina - me abrazó.
- Gracias.
- Pero...
- Joder con los peros - me quejé.
- Pero - continuó - prométeme que intentarás recuperarlas el siguiente cuatrimestre.
- Prometido.
- Bien - sonrió y empezamos a comer, estuvimos hablando de las cosas que les había pasado a todos a lo largo del día  por cierto Alejandra, el cartero ha traído una carta para ti.
- ¿De quién?
- De Louis.
- ¿Y me lo dices ahora? - pregunté histérica.
- Lo siento hija, no sabía que era la mensajera de nadie - ala, ya soltó la típica frase de madre.
- En fin, ¿dónde está?
- Encima de tu escritorio - me levanté y me fui sin terminar el plato, y eso que era mi comida favorita. Entré corriendo en mi habitación y me fui directa al escritorio. En efecto, mi madre la había dejado allí. La cogí y la abrí. Dentro del sobre había una postal como todas las que me mandaba cada vez que iban a un Estado distinto pero esta vez había algo más. "Feliz San Valentín de otoño" ponía en un pequeño trozo de papel, tenía otros papeles adjuntados con un clip. Sonreí al leerlo y miré qué eran esos papeles. No me lo podía creer. Era un billete de avión hacia Londres para el 22 de diciembre. Me emocioné y empecé a dar pequeños saltitos. Miré el reloj. Mierda. Eran las 15:25h, lo que significaba que en Nashville, donde se encontraban ahora, eran las 8:25h y estaría durmiendo así que no podía llamarlo. Decidí mandarle un mensaje por el chat de la blackberry.
Yo: "Llámame nada más que te despiertes xx.".
Dejé el móvil y la carta encima de la cama, bajé para seguir comiendo y les conté a mis padres y a mi hermana lo de la carta.
- Así que me voy a Londres la semana que viene - concluí.
- ¿Y las Navidades qué? - preguntó mi madre, como siempre jodiéndome la existencia.
- Las pasaré en Londres con Louis.
- ¿Y nosotros? - intervino mi hermana - ¿Nos vamos a la mierda? Así, sin más.
- Andrea, no lo entiendes - contesté.
- Si lo entiendo, primero se va Sergio y ahora tú - se me calló el alma al suelo al oír el nombre de mi hermano - ¿yo qué? ¿tengo que aguantar aquí viendo como todos os vais y me dejáis tirada por ser la pequeña?
- A Sergio ni lo nombres ¿vale? no lo metas en esto - me dolía que hablara de mi hermano, era MI hermano, el chico con el que había crecido y que se había ido hacía un año a Italia.
- Lo siento, es que me jode.
- Lo sé y a mí también me jodería pero ya lo entenderás cuando seas mayor. - dicho esto la abracé y le di un beso en la mejilla. Subí a mi habitación y me eché un siesta. El sonido de mi tono de llamada me despertó, lo descolgué sin mirar la pantalla.
-------------- LLAMADA TELEFÓNICA --------------
- ¿Sí? - conteste seca y fría.
- ¿Te pasa algo? - sonreí al oír su voz.
- No, nada - reí - me has despertado de la siesta.
- Lo siento - rió - ¿te ha llegado mi carta?
- Sí - sonreí - feliz San Valentín de otoño - canturreé.
- Gracias cielo - carraspeó - podrás venir a Londres sin problemas ¿no?
- Sí, lo he hablado con mi familia y... bueno, he peleado con mi hermana pero ya está todo arreglado.
- ¿Por qué? ¿Qué le pasa a Andrea?
- No quiere pasar las Navidades sin mí porque Sergio tampoco estará este año.
- Si quieres lo cancelo, no quiero que la pequeña Andrea esté triste.
- Tranquilo Lou, todo está bien.
- Me alegro, entonces Londres estará más feliz que nunca el 22.
- ¿Tu llegas ese día también?
- Sí, mi vuelo llega 30 minutos antes que el tuyo así que te esperaré en la puerta de llegada.
- Si te dejan las fans - corregí.
- Y si no me dejan también, faltaría más - rió.
- Hoy me han dicho las notas y solo he suspendido dos - canturreé.
- ¡Qué bien! - dijo mientras reía orgulloso - ¡esa es mi niña! - se escucharon voces por detrás - Bueno, tengo que dejarte, el deber me llama.
- Adiós, pásatelo bien el poco tiempo que queda y dile a los chicos que los echo de menos.
- Eso haré.
- Te quiero.
- Y yo.
-------------- FIN DE LA LLAMADA ----------------------
Miré la foto de Louis antes de colgar y luego me quedé mirando el fondo de pantalla, era la primera foto que nos hicimos ya como pareja, sí, la que subió a Twitter confirmando lo nuestro. Quedaban sólo 8 días para verlo y ya estaba nerviosa. 


Por fin era 22 de diciembre, me desperté temprano ya que debía coger el vuelo desde Málaga, me puse el entero de Louis, cogí la maleta, que llevaba hecha dos días, y bajé a desayunar y a despedirme de mi familia. Me preparé unos cereales que no terminé, estaba tan nerviosa que había perdido el apetito.
- Pásatelo bien - dijo mi padre.
- Y ten cuidado con el coche - añadió mi madre - dale saludos a su familia de nuestra parte.
- Llámanos en Noche Buena por lo menos ¿no? - dijo Andrea.
- Lo haré, lo haré, lo haré y por supuesto que sí - nos abrazamos en grupo y me dieron muchos besos - volveré pronto, adiós.
Metí la maleta en el maletero y, antes de montarme en el coche, me aseguré de que llevaba el regalo de cumpleaños/Navidad de Louis. Sonreí al ver que estaba en el bolsillo externo de la maleta y me monté en el coche. El camino a Málaga se me hizo eterno pero disfruté muchísimo cantando todas las canciones que ponían en la radio a pleno pulmón. Cuando llegué al aeropuerto era hora de comer así que pasé el control de seguridad y compré una hamburguesa en el McDonald's. Sonreí al ver que tenía pepinillo, no me gustaba nada y a Louis tampoco así que siempre se los dábamos a Zayn, sonreí al pensar que en poco más de 3h estaría de nuevo con mi chico.
Aterricé a las 18h pero entre una cosa y otra llegué a la puerta de llegadas una hora más tarde. Iba mirando al suelo con mi pasaporte y los papeles en la mano y las gafas de sol puestas así que me quedé un poco aturdida el escuchar que alguien gritaba mi nombre. Levanté la mirada y vi a Louis en primera fila moviendo los brazos para que supiera donde estaba. Allí estaba él, con la mejor de sus sonrisas y acompañado por Paul y un grupo de fans chillonas. Sonreí y me acerqué a él con una gran sonrisa, di un pequeño salto y me agarré a su cintura con las piernas mientras mis brazos rodeaban su cuello, juntamos las frentes y nos reímos.
- Te he echado de menos - dije.
- Y yo a ti - sonrió - me muero por besarte así que creo que es mejor que vayamos al coche para tener más intimidad.
Me bajé de él, cogió mi maleta y nos dirigimos a la furgoneta con las manos entrelazadas. Un vez allí, nos sentamos en los asientos traseros y dejamos que Paul condujera. Nada más sentarnos nos miramos y nos acercamos lentamente, nuestros labios chocaron dulcemente y nuestra lenguas comenzaron a bailar a un ritmo rápido pero cómodo. Finalmente, nos separamos a la misma velocidad a la que nos acercamos y sonreímos.
- ¿Qué tal el viaje? - preguntó.
- Ha sido agotador - suspiré - he conducido 4h y he volado 2h así que estoy muerta ¿tú qué?
- Pues han sido 9h de vuelo y tengo jet lag así que estoy más muerto que tú - me dio un toquecito en la nariz y me rodeó los hombros con su brazo - aún así había planeado algo para esta noche por eso de que hoy hacemos un año y cinco meses de novios pero si estás cansada no pasa nada.
- No da igual - dije rápidamente, lo que provocó que se riera - aguanto lo que sea.
- Paul, llévanos a mi piso por favor - me miró y me besó la frente. -Tardamos 1h en llegar por lo que ya era hora de cenar así que dejamos las maletas y fuimos a Nando's en homenaje a Niall.
- Hemos tenido suerte de que nos dejen entrar con estas pintas - dije. Él iba en pijama y yo con su entero.
- Suerte no - rió - es gracias a que Niall es su mejor cliente - reímos.
- ¿Cómo están los chicos?
- Ansiosos por verte ¿y las chicas?
- Igual - reí - ¿dónde están?
- ¿Los chicos? - asentí - no sé, estarán con sus familias.
- Me siento mal, ellos están con sus familias y tú aquí conmigo.
- No importa - sonrió - es así porque yo he elegido que sea así ¿nos vamos?
- Sí pero pago yo.
- De eso nada.
- Louis por favor, déjame pagar - reí - es que tú me has regalado el billete y yo no te he comprado nada así que te quiero invitar.
- Bueno, vale - sonrió - pero no te acostumbres.
Pagué y salimos del establecimiento. Subimos a su piso, me puse el pijama y nos acomodamos en el sofá.
- Te he traído unos regalitos de USA.
- No tenías por qué.
- Si quieres se los doy a mis hermanas en vez de a ti.
- No, ya que estamos... - se levantó, cogió una de sus maletas y la abrió.
- Toma, espero que te esté bien - me dio una camiseta de estas que dejan el hombro al aire con el estampado de la bandera de USA.
- Muchas gracias, Lou - lo abracé - me encanta.
- Hay más - sacó una caja de cartón pequeña y rectangular, la abrí.
- No puede ser - dije entre risas, era un cepillo de dientes con luces.
- Es de parte de Liam, os ha comprado uno a cada una.
- Pero mira que es idiota.
- Y Lux ha hecho esto - me dio un dibujo en el que salíamos Louis, Harry, ella y yo.
- ¡Qué monada por Dios!
- Y hay otra cosa de mi parte - me dio una caja cuadrada que contenía una bolsa de papel, la abrí y saqué su contenido. Se trataba de un pijama de la novia de Bugs Bunny comiendo zanahorias - para que no te quejes de que no tienes pijamas de invierno.
- Pero si no me quejo.
- Ya pero me compré uno igual pero con Bugs Bunny y luego vi éste y pensé que sería buena idea comprártelo.
- Muchas gracias, Tommo - lo abracé y lo besé.
- Gracias a ti.
- ¿Por qué?
- Porque me vas a regalar una noche llena de amor.
- ¿Y cómo estás tan seguro?
- Llevamos un mes sin vernos, no hay que ser médico para saberlo.
- Pues siento decepcionarte pero tengo sueño - me levanté - me voy a la cama.
- No me puedo creer que me hagas esto - dijo mientras me perseguía por el pasillo.
- Toma, aquí tienes el amor que vas a recibir esta noche - le di un beso en la mejilla - buenas noches - abrí la puerta de la habitación y cuando iba a entrar Louis me cogió por detrás.
- De eso nada, tú hoy no duermes - me soltó en la cama.
- ¿Sabes que esto se considera violación?
- No es violación si las dos personas quieren hacerlo así que, por favor, admite que lo estás deseando.
- Bueeeeno vaaaale, pero solo porque te veo un poco necesitado.
- Con eso me basta - se puso encima mío y nos besamos. Primero eran besos dulces y pausados pero luego cambiaron totalmente, el ritmo aumentó y la temperatura subió así que le quité el pijama y él me ayudó con el entero. ¿Sabéis qué? Louis tuvo razón, esa noche no dormimos.


- ¿Está todo? - preguntó Louis revisando por si nos dejábamos algo.
- Sí - respondí - hemos dado dos vueltas por toda la casa, no nos dejamos nada, tranquilo.
- Entonces perfecto, vámonos - salimos del piso cargados con todas las maletas y nos montamos en su coche. Nos habíamos puesto en marcha a las 9h, nos duchamos, desayunamos muchísimas tortitas con chocolate y lo habíamos recogido todo. Louis estaba más inquieto y hablador de lo normal y por más que le preguntaba a dónde íbamos no me decía nada así que me hice la enfadada y me dormí. 
Miré el reloj, eran las 13h ¿habían pasado 4h? Abrí bien los ojos y miré el sitio del conductor, Louis no estaba. El coche estaba aparcado y Louis no estaba, miré a la casa de al lado y una gran sonrisa apareció en mi cara. Me bajé del coche y cogí la última maleta que quedaba en el maletero que, casualmente, era la más pesada y entré en la casa.
- Hola cielo - Jay me abrazó nada más que me vio pasar por la puerta - ¡cuánto tiempo sin verte! ¡mírate, estás preciosa!
- Muchas gracias, Jay - le di un beso en la mejilla - tú no has cambiado nada.
- ¡Louis! - gritó - ¡Baja a ayudar a tu novia inmediatamente!
- ¡Voy! - se escucharon fuertes pasos a gran velocidad bajando por las escaleras - Lo siento - rió - pensé que seguías dormida así que me entretuve en saludar a mis hermanas.
- No pasa nada - cogió la maleta y subió con ella, me fijé en que Jay se fue para la cocina así que la seguí - ¿te ayudo?
- No me vendría nada mal - rió - me ha dicho Louis que has aprobado todas las asignaturas menos dos.
- Sí - sonreí - las intentaré recuperar este cuatrimestre.
- Está muy orgulloso de ti, todos lo estamos - rió - eres la única médica de la familia.
- Muchas gracias - nos abrazamos.
- ¡Alejandra! - gritó Fizzy mientras corría hacia mí - había oído que mi madre le gritaba algo a Louis sobre su novia pero no estaba segura de que hubieras venido.
- ¡Pues aquí me tienes! - nos abrazamos y me dio un beso en la mejilla - Has crecido mucho.
- Tonterías - rió - solo llevas un año y pico sin verme.
- Pues has crecido - dije entre risas.
- Os ayudo y así nos ponemos al corriente de todo lo que ha pasado - se unió a nosotras.
- Dice Louis que si hoy trabajas por la tarde - preguntó Lottie entrando desde el jardín y me miró - ah, hola Alejandra - siguió andando para delante y se giró - ¿Alejandra? - se acercó a mí, me dio un gran abrazo y nos dimos mucho besos en las mejillas - no te había reconocido.
- Estás echa toda una mujercita - la verdad es que había cambiado bastante, ya tenía 16 años y se había convertido en una chica muy muy muy muy muy muy muy guapa.
- ¿Y tú qué? - me miró riéndose - ya tienes 18 años, carné de conducir y encima estás estudiando medicina.
Terminamos de cocinar y llamamos a Louis, vino con las gemelas en brazos, los tres estaban muy sucios y llenos de barro así que los mandamos a que se lavaran las caras y las manos. Durante la comida, nos fuimos contando lo que habíamos hecho en este tiempo sin vernos, me fijé en que las gemelas habían crecido mucho y en que les faltaban algunos dientes. Jay no trabajaba por la tarde así que Louis y yo aprovechamos para echarnos una siesta ya que llevábamos mucho cansancio acumulado. Tras un breve debate, Jay nos dijo que podíamos dormir en la habitación de Lottie y ella en la de Louis así que subimos a la habitación de la hermana de Louis para poder dormir esa siesta que tanto ansiábamos.
- ¿Te ha gustado que te trajera aquí? - me preguntó una vez que montamos la cama supletoria y nos tumbamos.
- Me ha encantado.
- Entonces, ¿te parece bien que pasemos la Navidad y el Año Nuevo aquí?
- Me parece estupendo, ya sabes que tu familia me encanta.
- Louis - dijo una vocecita desde la puerta.
- Pasa, Daisy - ¿cómo había reconocido que era ella? Daisy entró y se quedó de pie delante de la puerta - ¿qué pasa?
- ¿Podemos dormirnos Phoebe y yo con vosotros? - Phoebe asomó la cabeza por la puerta, Louis me miró y asentí.
- Claro - dijo con esa típica sonrisa suya de oreja a oreja que hacía entrecerrando los ojos. Las niñas saltaron a las camas y se tumbaron con nosotros de forma que acabaron en el centro, Louis pasó un brazo por encima de ellas de tal modo que me acariciaba el brazo con la mano así que no tardé mucho en quedarme dormida.
Cuando me desperté olía a puré de patatas así que supuse que era hora de cenar, las gemelas no estaban pero Louis seguía dormido con una gran sonrisa. Me quedé mirándolo fijamente hasta que se despertó. Cuando lo hizo, decidimos ir a cenar por ahí así que nos vestimos y se lo dijimos a Jay para que no hiciera comida para nosotros. Me puse los vaqueros con una camiseta de mangas largas, un jersey de lana rojo precioso y las converse rojas, el pelo me lo dejé suelto. Louis se puso sus vaqueros, una camiseta de mangas cortas turquesa, ese jersey burdeos que tantas veces solía llevar en invierno y sus botines blancos. Louis estaba harto de comida basura así que fuimos al pub al que fuimos hacía ya un tiempo pero había una gran diferencia y era que ahora yo tenía 18 años y podía entrar de noche en cualquier pub que quisiera entrar. Cenamos filetes con puré de patatas y varias verduritas asquerosas que ni probamos y luego nos pedimos un brownie, nos encantaban los brownies. Luego paseamos durante un largo tiempo hasta que empezó a hacer frío así que optamos por volver a casa, cuando llegamos todas estaban durmiendo menos Jay, que nos estaba esperando para poder cerrar la puerta con llave y dormir tranquilamente una vez que hubiéramos vuelto. Subimos a la habitación de Lottie y nos pusimos los pijamas, estrené el que Louis me había regalado y él se puso el que iba a conjunto. La escena era muy graciosa, parecíamos un matrimonio obsesionado por los conejos o las zanahorias. Me fui al baño para lavarme los dientes y la cara y me hice la típica cola que me hacía antes de dormir, luego entró Louis y finalmente nos acostamos.
- Buenas noches princesito.
- Buenas noches dragona-secuestra-princesitos - reímos y nos fundimos en un cálido y tierno beso.

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