domingo, 29 de abril de 2012

Capítulo 62.

Al llegar al hotel subí corriendo a la habitación para cambiarme de camiseta, opté por ponerme la de "I <3 My Boy", me repasé el peinado, me puse un poco de rímel y bajé a la recepción. No habían pasado 15 minutos pero Louis ya estaba allí y para mi sorpresa, llevaba puesta la camiseta de "I <3 My Girl", me recibió con una gran sonrisa y con un gran beso, muy parecido al que me dio al verme en su habitación pero no igual porque con él los besos nunca eran iguales.
- ¿Por qué me has hecho venir?
- Todavía queda un poco de San Valentín de otoño ¿no? - sonreí, salimos del hotel y comenzamos a andar con las manos entrelazadas - vamos a celebrarlo como es debido.
- Qué listo eres - lo cogí del mentón y lo atraje hacia mí para besarlo de nuevo - ¿qué has planeado?
- ¿Desde cuándo te digo mis planes? - reí.
- Es cierto, siempre intentas sorprenderme.
- O sea que nunca lo consigo.
- Exacto - sonreí.
- Pues entonces me voy - se dio media vuelta y comenzó a andar hacia el hotel.
- Era broma Lou - dije con voz de niña chica.
- Lo sé - rió y seguimos andando hacia donde nos dirigimos en un principio. - ¿Qué te parece si cenamos primero?
- Perfecto porque las cosas cerrarán pronto.
- Ya, no pongas excusas - rió - quieres cenar porque tienes hambre.
- Me has pillado - dije entre risas. A esas horas no había muchas fans por ahí pero siempre que alguien nos paraba Louis sonreía y posaba para una foto o firmaba un autógrafo con una gran sonrisa, también notábamos los flashes de los paparazzis pero no nos importaba, actuábamos como si no los viéramos y ya está, si algo sabíamos a esas alturas, era cómo tratar con los paparazzis. Entramos en un italiano que estaba un poco vacío y apunto de cerrar, allí brindamos por nosotros y compartimos la comida, el postre y las sonrisas.
- ¿Has estado alguna vez en el paseo de la fama?
- Sabes perfectamente que nunca antes había venido a Los Ángeles - reí.
- Ya, quería darte una pequeña pista de a dónde nos dirigíamos - le acaricié el pelo y seguimos caminando. Por suerte el hotel no estaba muy lejos de esa zona así que no andamos mucho. Era increíble pero me hubiera gustado más verlo de día, no podía creer que estuviera allí con mi novio haciéndonos fotos en cada estrella. Tras recorrer todo el paseo, subimos a un taxi y Louis me tapó los oídos mientras le decía la dirección al conductor así que no tenía ni idea de a dónde íbamos, solo sabía que estábamos subiendo una colina o algo así. Tras 45 minutos de trayecto, nos bajamos del taxi. En efecto, estábamos en una colina. Seguimos andando hasta que llegamos a una explanada desde la que se veía todo Hollywood, era precioso.
- Date la vuelta - dijo Louis, le obedecí y flipé. Delante de mí había un enorme cartel en el que ponía "HOLLYWOOD".
- ¿Cómo has conseguido traerme hasta aquí?
- Nos hemos montado en un taxi y le he dicho la dirección ¿recuerdas?
- No - reí - me refiero a que si es legal.
- Ah - rió - creo que sí, me da igual, lo que sea por hacerte feliz.
- Te quiero - lo abracé.
- Y yo a ti - miró mi reloj, eran las 23:59 - Feliz San Valentín de otoño - nos besamos durante un tiempo, mucho tiempo, muchísimo y luego nos hicimos varias fotos delante del cartel. Al rato volvimos al hotel, subimos a la planta 4 y nos paramos en mi puerta.
- Nos vemos mañana - sonrió, nos besamos y se fue a su puerta.
- ¿Por qué despedirnos? - pregunté - He venido hasta aquí para verte ¿qué menos que darnos amor?
- ¿Darnos amor? - dijo entre risas mientras se acercaba de nuevo - Esa es mi chica.
- Tendremos que discutir eso de que me hayas robado la habitación 444 - dije de broma.
- De eso nada - me cogió como una princesa y abrió la puerta de mi habitación - si has dicho que nos demos amor, nos damos amor - dijo mientras entraba quitándose los zapatos torpemente conmigo en brazos. 
- ¿No se asustará Harry al despertarse sin ti?
- ¿Qué mas da? - rió y me soltó en la cama de tal forma que al caer me lo llevé conmigo y cayó encima mío - A ti puedo darte amor y a él no - nos besamos una y otra vez, los besos fueron aumentando el ritmo y la temperatura y cuando nos quisimos dar cuenta ya estábamos desnudos - te quiero.
- Y yo, Louis - sonreí y nos besamos, el resto ya os lo imagináis.


Me desperté con el ruido de las olas, las gaviotas y la ducha, miré mi reloj, las 11:02h. Louis no estaba a mi lado así que, por el ruido que hacía la ducha supuse que se estaba duchando. Me fui al baño y me metí con él.
- Me parece muy bonito que te duches sin avisarme - dio un respingo.
- Me has asustado - rió - lo siento, es que estás tan mona cuando duermes que me da pena despertarte.
- Pues otras veces lo has hecho.
- Porque te esperaba una sorpresa.
- ¿Hoy no?
- Hoy no - negó con la cabeza - pero ¿qué te parece si pasamos el día en la playa con los chicos?
- ¡Genial! - después de un rato de juegos salimos de la ducha para empezar a vestirnos - Oye Lou, me he dado cuenta de que no me he traído bikinis.
- Pues vaya fallo.
- Es que, al ser noviembre, pensé que hacía frío.
- No pasa nada, Lou tendrá varios bikinis.
- ¿Nos vamos a la playa? ¡Voy a ponerme el bañador!
- Harry ¿qué haces aquí? - grité - ¿cómo has entrado?
- Estaba preocupado porque Louis no había venido en toda la noche así que entré por el balcón.
- ¿Cuánto tiempo llevas aquí? - preguntó Louis entre risas.
- Lo suficiente como para oír el grito de nena que has pegado cuando Alejandra se ha metido en la ducha.
- No tienes remedio - suspiré - ve a decirle a los chicos que nos vamos a la playa.
- Vooooy - acto seguido salió por el balcón.
- Yo ya estoy - dijo Louis - voy a pedirle un bikini a Lou.
- Vale - Louis volvió con el bañador de la señal de peligro puesto y con varios bikinis para que me los probara, había uno rojo típico de triángulo, otro blanco con forma de infinito y otro morado con la misma forma pero además de volantitos, opté por el último.
- Te queda genial - dijo Louis mirándome de arriba abajo - otra cosa, Lou me ha preguntado si nos importa llevarnos a Lux.
- Claro que no.
- Entonces vamos a recogerla y de paso nos la llevamos a desayunar al buffet - cogí las llaves de la habitación y salimos, al recoger a la niña, Lou nos dio una toalla, Louis la cogió y se la puso al cuello junto a la suya. Louis cogía a Luz de una mano y yo de la otra así que aprovechaba para dar saltos y columpiarse. El desayuno en el buffet fue rápido y entretenido, Lux era una niña muy espabilada y juguetona y siempre se reía. Nos encontramos con los chicos al salir del buffet, todos estaban listos, Zayn llevaba un balón bajo el brazo y Liam y Niall cargaban con una nevera que parecía muy pesada así que nos dimos prisa en salir. No nos entretuvimos en buscar un buen sitio, todo lo contrario, tiramos las cosas al suelo nada más que llegamos, le pusimos crema solar a Niall y a Lux y nos tumbamos a tomar el sol.
- Hace calor - dijo Harry - ¿quién se baña?
- Yo - dijo Lux.
- ¿Quieres bañarte con el tito Harry? - ella asintió - Pues vámonos al agua - la cogió, la sentó sobre sus hombros y comenzó a correr, desde donde estábamos se podía oír la risa de los dos. Harry sería un buen padre, seguro.
- ¡Eh, pareja! - dijo Liam - ¿os bañáis?
- Claro - dijimos al unísono.
- ¡Quien llegue primero se lleva un premio! - Nada más que Zayn dijo eso empezamos a correr. Liam iba el primero porque era bastante rápido y le seguían Zayn y Niall muy de cerca, después iba yo y Louis detrás porque se cayó nada más salir. Estaba apunto de adelantar a Zayn cuando alguien me cogió por a espalda en modo saco de papas.
- De eso nada, tú no puedes ganarme - siguió corriendo conmigo encima de su hombro izquierdo hasta que, al chocar contra las olas, nos caímos.
- Louis eres tonto - le salpiqué.
- Estoy fuerte eeh - me ignoró - he corrido contigo encima medio trayecto y estoy como nuevo - Harry colocó a Lux en sus hombros y Louis gritó.
- Sí, ya lo veo - dije.
Estuvimos jugando un rato con la pelota en el agua pero poco a poco se fueron saliendo todos hasta que nos quedamos Harry, Lux, Louis y yo.
- Pásame a la niña - dijo Louis.
- No, Lux quiere jugar con tito Harry.
- ¿A que no Lux? - dijo Louis - ¿A que tú quieres jugar con tito Lou y tita Alejandra? - me miró, sonrió y me guiño un ojo.
- Tengo frío - dijo Lux.
- No, Luxie - dijo Harry - la pregunta es si quieres estar con tito Harry o con tito Louis.
- Creo que lo que quiere es salir del agua - dije - ¿a que sí, Lux? - asintió - venga, vámonos de aquí - la cogí en brazos y la saqué del agua, una vez fuera la solté y comencé a andar con ella cogida de la mano mientras Harry me miraba sorprendido y Louis sonreía de oreja a oreja. Al llegar al sitio donde teníamos las cosas, cogí su toalla y se la enrollé para abrigarla pero como seguía tiritando me senté y la puse entre mis piernas mientras la abrazaba. Liam y Niall jugaban a la pelota, Zayn tomaba el sol y los Larry Stylinson chapoteaban en el mar. Abrimos la nevera a la hora de comer, estaba llena de bocadillos y cervezas. Las cervezas estaban muy frías y sentaban muy bien pero el pan estaba como una piedra así que Liam y Louis se fueron a comprar comida a un In n' Out que había al lado, trajeron hamburguesas para todos y un menú de niños pequeños para Lux. Conseguimos que la niña se echara la siesta así que aprovechamos para relajarnos al sol. Louis y yo nos tumbamos boca abajo en la misma toalla con las manos entrelazadas y nos relajamos tanto que nos dormimos. Sentí un frío enorme y luego oí risas. Sí, los chicos habían cogido un cubo de Lux, lo habían llenado de agua y nos lo habían tirado para despertarnos.
- Os odio - dije con voz de dormida.
- Así que es esta la voz de camionero que tanto echabas de menos - le dijo Niall a Louis, él estaba tan aturdido como yo.
- ¿Por qué nos despertáis? - preguntó.
- Porque vamos a jugar al fútbol y queremos saber si os apuntáis.
- Yo sí - Louis se levantó de un brinco.
- No sé - miré a Lux, seguía dormida así que me decidí a jugar con ellos - está bien - estiré el brazo para que Louis me ayudara a levantarme. Nos dividimos en 2 equipos: Liam, Zayn y yo y Harry, Niall y Louis. No me gustaba estar en el equipo contrario a Louis porque cada vez que tenía el balón me cogía en brazos y me echaba a un lado o me hacía cosquillas hasta que me caía al suelo. A la hora tuve que dejar de jugar porque Lux se había despertado y estaba llorando porque se asustó al verse sola.
- No pasa nada, Lux - la abracé - mírame, estoy aquí - rió - ¿quieres ver cómo juegan los titos al fútbol?
- ¡Sí! - gritó mientras aplaudía, me senté en la toalla de Harry que era la que quedaba más cerca de ellos y senté a Lux entre mis piernas. Me gustaba estar con ella, me daban ganas de raptarla y no soltarla nunca, me daban ganas de tener un bebé con Louis en ese mismo momento. Después de animarlos durante dos laguísimas horas, fuimos a bañarnos y al poco rato se nos unieron los chicos. Nos fuimos de allí a las 20h para que me diera tiempo de ducharme, vestirme y despedirme de todos. Me di una larga y relajante ducha y al salir me puse el entero de Louis, decidí que me lo pondría cada vez que cogiera un avión, me hice un moño playero y recogí las cosas que tenía tiradas por el suelo. Salí de la habitación para despedirme de los chicos ya que Paul les dijo que no era seguro que me acompañaran al aeropuerto, entré en la habitación de Liam, que era que estaba enfrente de la mía.
- Vengo a despedirme.
- Te voy a echar de menos - nos abrazamos.
- Y yo a ti, Liam - le di un beso en la mejilla.
- Dale un gran abrazo a Carla.
- Eso haré.
- Que tengas buen viaje.
- Gracias - sonreí - te quiero.
Cerré la puerta y fui a la habitación de Niall y Zayn, éste fue quien me abrió.
- Adiós presumido - le revolví el pelo.
- Adiós bonita - nos abrazamos.
- Dile a Ari que la echo mucho de menos y que si no la llamo todos los días es porque no controlo esto de la diferencia horaria.
- Lo haré.
- Que te sea leve el viaje.
- A ver, te quiero - se giró y salió Niall - Adiós, rubio.
- Jo, gordita no quiero despedirme.
- A este paso tendremos que acostumbrarnos.
- Nunca - nos abrazamos y me dio un beso en la frente.
- Dale a María un abrazo enorme de mi parte, que no se te olvide.
- Tranquilo, te quiero - cerré la puerta y me fui a la habitación de Louis y Harry, fue éste el que me abrió.
- ¿Qué haces aquí?
- Debo irme ¿recuerdas?
- Ah, sí que tonto soy - sonrió - quizás es que no quiero que te vayas.
- Tengo que hacerlo - nos abrazamos - nos veremos en poco más de un mes.
- Vale - me besó la frente - dile a Ana que la quiero.
- Eso está hecho - sonreí.
- Te quiero.
- Y yo a ti - miré dentro de la habitación - ¿y Louis?
- Está en la azotea.
Dicho eso salí corriendo maleta en mano, me metí en el ascensor y pulsé el 10, al llegar salí y subí una planta por las escaleras, al igual que el hotel de Madrid y ahí estaba él. Estaba anocheciendo, al igual que aquél sueño que tuve en Madrid cuando empecé a salir con Harry. Louis estaba al fondo apoyado en el muro y mirando a la playa.
- ¿En que piensas?
- En todo - contestó sin mirarme.
- ¿Qué es todo?
- En ti - me miró - no quiero que te vayas.
- Debo hacerlo, tengo que ir a la facultad, tengo que seguir con mis estudios.
- Pero es que han sido solo dos semanas sin ti y ya estaba fatal, todavía queda un mes y pico para que el tour acabe.
- No pienses en eso, piensa en que acabas de pasar dos días conmigo y que queda muy poco para pasar muchos días igual o mejor que éste.
- Te quiero - nos abrazamos - ¿Vale? Te quiero como nunca antes había querido a alguien.
- Yo también, te quiero mucho Tommo - nos besamos y al girarme para irme me dio una palmadita en el culo, lo miré y me guiñó un ojo. Bajé hasta la planta 4ª y le devolví los 3 bikinis a Lou.
- ¿Ya te vas?
- Sí, mañana es lunes y tengo que ir a la facultad - en ese momento apareció Lux detrás de su madre y se agarró a su pierna - adiós Lux - me agaché y le di un beso en la mejilla. Me di la vuelta y comencé a andar.
- ¡Adiós tita Alejandra! - gritó, me giré y la vi sonriendo y diciendo adiós con la mano, un escalofrío me recorrió de arriba a abajo, me había llamado tita Alejandra, me iba a dar algo. Bajé hasta la recepción, Paul ya estaba allí dispuesto a llevarme a LAX. El camino se me hizo largo y pesado, pero lo que me esperaba en el avión era peor, cuando llegamos me despedí de Paul con un gran abrazo. Cené en una hamburguesería del aeropuerto y 1h más tarde ya estaba subida en el avión, antes de que despegara twitteé "He pasado uno de los mejores fines de semana de mi vida, ahora de vuelta a casa, ya toca pensar en el reencuentro xx."  Pasé las 9h de vuelo completamente dormida y cuando llegué a Madrid eran las 9h, cogí mi coche y cuando llegué a Sevilla eran las 15h. Mi familia me recibió  con los brazos abiertos y les conté todo mientras almorzábamos, los había echado de menos y estaba feliz de volver a casa. Por fin estaba en mi casa, mi hogar, ya no volvería a ver a Louis hasta finales de diciembre así que esperaba ansiosa a que llegara ese momento.

IMPORTANTE.

Siento hacer este pequeño paréntesis pero es importante para mí. Como sabréis, esta novela va llegando lentamente a su fin y por eso empecé a escribir "Lo que hemos vivido" que es sobre los chicos pero sin ser famosos. El problema es que no sé cómo avanzarla así que he empezado a escribir otra que se llama "Los días contados" (http://vashappeninpotatoeeees.blogspot.com.es/), es la típica novela de los chicos pero espero hacerla un poco diferente a ésta y sobretodo espero que os guste.
Gracias por leer cualquiera de las tres novelas.
Os quiere, Macarena Tommo.

sábado, 28 de abril de 2012

Capítulo 61.

No me lo podía creer ¿en serio él había cogido la habitación 444? Había dormido una noche en la habitación de al lado sin saberlo.
- ¡Tommo! - salí del balcón, cogí la llave de la habitación y fui a la número 444, llamé repetidas veces hasta que Louis me abrió con una enorme sonrisa en la cara.
- ¡Alejandra! - nos abrazamos muy fuerte, con toda la fuerza que tenía en esos momentos, me elevó un poco del suelo y nos besamos, nuestras lenguas bailaban lentamente mientras nuestros labios chocaban con dulzura. Nos miramos, sonreímos y nos volvimos a besar - ¿qué haces aquí?
- Quería darte una sorpresa.
- Lo has conseguido - sonrió y señaló mi camiseta - me encanta.
- Menos mal - reí y entramos en la habitación.
- Me tenías preocupado, no cogías mis llamadas, pensé que te había pasado algo.
- Lo siento, era por el avión y luego no te lo cogí para que no lo descubrieras, lo siento.
- Te he echado mucho de menos, y eso que han sido 2 semanas sin ti.
- Yo también, es que vi la entrevista en la que decías que viniera, que me echabas de menos y luego me llamaste y me dijiste que pusiera One Thing y tal y... lo necesitaba, necesitaba ver tu sonrisa de nuevo.
- Te quiero.
- Y yo - sonreímos y nos besamos de nuevo.
- ¿Ya has visto a los chicos?
- Sí, he comido con ellos y me han dicho que vaya a vuestro concierto.
- ¡Qué bien! - dio saltitos de emoción y entonces el bebé empezó a reír - ¡ah! se me olvidaba, esta es la pequeña Lux - se acercó a la cama y la cogió en brazos para acercármela.
- Hola Lux - le acaricié los mofletes.
- Hola - dijo ella, ya no era tan pequeña como la recordaba de algunas fotos con los chicos, ahora tenía 2 añitos y sabía hablar y andar perfectamente
- ¿A que es mona?
- Sí - sonreí - gracias a ella no te reconocí en el balcón.
- Cuando te vi me quedé en plan "qué chica tan guapa" así que me giré y te reconocí.
- O sea que si no hubiera sido yo te habrías quedado mirándola por ser guapa ¿no?
- Compréndeme - rió - tengo casi 22 años y llevaba casi dos meses sin verte, además no soy de piedra.
- Vale vale, esta te la guardo.
- ¿Quieres cogerla un momento? - me preguntó.
- Nunca he cogido a un bebé.
- No pasa nada, ya no es tan pequeña - rió - además así ensayas para cuando te llegue el momento - me ayudó a cogerla - intenta dormirla mientras doy los últimos retoques a mi vestuario.
- Vale - sonreí y empecé a andar en círculos por la habitación mientras daba pequeños botes para que se durmiera pero Lux solo reía y jugaba con mi pelo.
- ¿Lo consigues?
- Qué va - reí.
- A ver, déjame a mí - le pasé a Lux con mucho cuidado, él la cogió y se tumbó en la cama con ella, le acariciaba la cara y la barriguita mientras le cantaba una nana al oído y al rato se durmió. Al ver a Louis así con Lux se me removió algo por dentro, fue muy tierno, Lou sabía como tratar con bebés y eso me gustaba mucho vamos, eso le gusta a cualquiera. - Ya podemos irnos - susurró.
- ¿La vas a dejar aquí sola? ¿Y si se despierta?
- La madre está en la habitación de enfrente, ahora la llamamos para que venga.
- Ah, vale - salimos y cerramos la puerta sin hacer ruido, cruzamos el pasillo y llamamos a la puerta de Lou Teasdale.
- Lou, ya hemos dormido a Lux. - dijo Louis cuando ella abrió.
- Muchas gracias, te debo una.
- No es nada - sonrió - por cierto, esta es Alejandra.
- Por fin te conozco - Lou me abrazó y me dio dos besos - éste no ha parado de hablar de ti, está muy enamorado, no hay quien lo calle ¿os ha dado Lux mucha guerra?
- No - sonreí - es muy buena y muy mona.
- Gracias - sonrió y miró su reloj - ¡Vais a llegar tarde a los ensayos del concierto! 
- ¡Hostias! - Louis se llevó una mano a la frente - toma la llave de mi habitación, Lux está durmiendo en la cama.
- Vale, gracias de nuevo y suerte.
- ¡Gracias! - entrelazamos nuestras manos y corrimos escaleras abajo porque, nuevamente, no teníamos tiempo para esperar al ascensor. Cuando llegamos estaban todos esperando menos Harry que, según los chicos, estaba ya dentro del coche porque antes de los conciertos se ponía muy nervioso y le relajaba estar solo. Decidimos que, aunque ya hubiera visto a Louis, yo iría en un coche a parte con Arnold para darle la sorpresa a Harry. El camino se me hizo corto ya que Arnold no paraba de contar las estupideces que habían hecho los chicos durante esas dos semanas sin nosotras, hicieron demasiadas tonterías, algo típico en ellos pero que nunca dejaba de sorprenderme. Nuestro coche iba detrás de la furgoneta de los chicos y podía ver cómo las chicas se agolpaban, daban golpes a la furgoneta mientras lloraban y cómo luego se quedaban confusas al ver a Arnold conduciendo el coche detrás de ellos, no podían verme porque las ventanas estaban tintadas así que se quedaban en plan "¿quién está ahí?". Al bajar del coche, Arnold me acompañó al camerino de Louis y me dijo que no saliera de allí hasta que comenzara el concierto para que Harry no me viera. Allí había una tele desde la que se podía ver imágenes del estadio, era enorme por lo que cada chico tenía su propio camerino, el escenario era muy grande y había una pantalla gigante en la que estaban poniendo fotos de los chicos para hacer las pruebas, ellos estaban maquillándose y repasando los peinados y luego hicieron pruebas de sonido. Abrieron las puertas a las 19:30 y las fans fueron ocupando sus asientos y agolpándose para estar en primera fila, Paul vino al camerino y me dijo que me fuera a las 20h al asiento que me habían reservado. Eso hice. Estaba en el primer anillo del estadio por lo que tenía un poco lejos a los chicos pero estaba en el centro así que los veía de frente, las fans que tenía al rededor me descubrieron, me saludaron y estuvimos hablando hasta que los chicos salieron al escenario. Ellos sabían dónde estaba sentada por lo que Louis miraba de vez en cuando y sonreía. Cada uno iba vestido con su típico estilo y el pelo lo llevaban como siempre. Empezaron por What Makes You Beautiful, siguieron con One Thing, More Than This, Up All Night, Torn, las canciones de su nuevo álbum, Moments, Stand Up y por último Everything About You.
- Quiero dedicarle esta canción a Alejandra porque hoy la siento más cerca que nunca - sonrió, miró en mi dirección y me guiñó un ojo - te quiero mucho.
Las fans gritaban mientras los chicos empezaban a cantarla, las chicas que tenía a mi alrededor flipaban y yo... bueno, siendo sincera, fangirleaba con el resto de las chicas. 
- Every minute it’s like a last so let’s just take it real slow, forget about the clock that’s tick-tick-ticking - me miraba y sonreía mientras cantaba su solo, no podía ser más mágico. Se me ocurrió meterme en el camerino de Harry para darle la sorpresa nada más que entrara así que me despedí de las fans que tenía a mi alrededor y me fui antes de que acabara la canción. Mientras me dirigía a los camerinos, las fans gritaban mi nombre, me tocaban y me pedía fotos, yo les decía que lo sentía pero que no tenía tiempo para pararme, que las quería. El camerino de Harry estaba al lado del de Louis, Arnold estaba en la puerta bloqueando el paso a las fans pero cuando llegué me dejó pasar. Estaba todo muy ordenador, era igual que el de Louis pero habían traído comida para que Harry repusiera fuerzas después del concierto. Me senté en el sofá y empecé a comer, llamadme gorda pero es que eran las 22:30h y no había cenado, además un pastelito no me haría daño. Estaba terminando de comer cuando oí que las fans gritaban así que supuse que los chicos estaban entrando en sus camerinos, entonces oí la voz de Harry gritando "¡os quiero!" a las chicas que estaban en la puerta así que me quedé sentada en el sofá a ver cuánto tardaba Harry en darse cuenta de que estaba allí. Entró, se quitó la blazer y la tiró al sofá de modo que cayó a mi lado, se sentó en la silla delante del espejo y cogió el móvil, lo soltó y se miró al espejo.
- ¡Pero mira que eres sexy, Styles! - se decía a el mismo - Y esos rizos... guau - empezó a poner caras raras y a hacer poses estúpidas así que no pude evitar reírme - Esa risa tan fea solo puede ser de una persona - miró al espejo para buscar el reflejo de quien provenía esa risa, me miró y sonrió - ¡Alejandra!
- Por fin te das cuanta de que estoy aquí - reí, nos levantamos y nos acercamos, me abrazó y me levantó un poco del suelo mientras nos dábamos muchos besos en la mejilla.
- ¿Cuánto tiempo llevas aquí?
- Lo suficiente como para haber visto la escenita del espejo - reí.
- Qué vergüenza - rió - que esto quede entre nosotros ¿entendido?
- Entendido, Styles - le toqué los rizos - guau.
- Eres tonta.
- Te dije que iba a quedar entre nosotros pero no que no iba a hacer bromas sobre el tema - repetí sus poses y nos reímos.
- ¿Cuándo has llegado?
- ¿A L.A?  - asintió - ayer, llegué a las 21h, llamé a Liam cuando acabasteis el concierto, Paul me recogió y Liam me cogió la habitación que está al lado de la tuya porque vosotros cogisteis la 444.
- Es que Louis insistió - rió - Louis ha pedido la habitación 444 en todos los hoteles en los que hemos estado solo para sentirse más cerca de ti - sonreí - ¿ha venido Ana?
- No, no tenían dinero para venir.
- Pero si Ana tiene mucho dinero.
- Pero no tenía tiempo, ahora está de exámenes, lo siento.
- No pasa nada - intentó sonreír - tú eres mi otra chica favorita.
- Bueno, feliz San Valentín de otoño - reí.
- Ahora debo darte un regalo.
- Ya me he comido un pastelito de eses que te han traído.
- Entonces estamos en paz - reímos y se asomó a la puerta para ver si las fans se habían ido - ¿Nos vamos?
Salimos de su camerino y nos fuimos del estadio en busca de la furgoneta negra. Estaba aparcada en una de las salidas de emergencias así que no tardamos mucho en encontrarla, Harry se montó en ella con los chicos y yo me metí en el coche de antes con Arnold porque los chicos pensaron que sería más seguro. Mientras que salíamos del recinto, las chicas gritaban los nombres de los chicos y, de vez en cuando, escuchaba el mío. Iba hablando sobre el concierto con Arnold cuando sonó un PING.
Louis "The Tommo" Tomlinson: "PING"
Louis "The Tommo" Tomlinson: "Te veo en la recepción 15 minutos después de que lleguemos al hotel xx."

lunes, 23 de abril de 2012

Capítulo 60.

Me desperté con una gran sonrisa que se desvaneció al mirar el reloj y ver que eran las 16h. Le había dicho a Liam que llevara a los chicos al buffet para ir en plan sorpresa y que fliparan pero ya iba 5h tarde, puto jet lag. Me levanté rápidamente, abrí mi maleta y busqué algo que ponerme. Opté por los pitillos vaqueros con una camiseta blanca en la que ponía "I <3 Louis" y las converse azules marinas. La camiseta era una blanca que yo tenía de antes pero que llevé a una tienda de estas en las que ponen rótulos y le pedí al dependiente que las letras fueran negras y el corazón lo hiciera de rayas blancas y azules marinas, había quedado perfecta. Me lavé la cara rápidamente, me cepillé el pelo y me hice un semi recogido simple, desenfadado y precioso. Decidí llamar a Liam para explicarle por qué no había ido.
------------------ LLAMADA TELEFÓNICA -------------------
- ¿Sí?
- Soy Alejandra - contesté - si estás con los chicos aléjate un poco.
- Ya.
- Bien - sonreí - siento no haber podido ir al buffet a las 11h pero es que me he quedado dormida - reí.
- No pasa nada - rió - hemos bajado al buffet para comer, hemos terminado todos menos Niall así que si te das prisa llegas a vernos.
- Voy corriendo.
----------------- FIN DE LA LLAMADA -------------------------
Me miré en el gran espejo del cuarto de baño y sonreí, estaba muy feliz. Salí corriendo de la habitación y bajé por las escaleras, llegaba más de 5h tarde así que no tenía tiempo de esperar al ascensor. Al llegar al buffet vi a Liam mirando hacia la puerta, gracias al cielo había conseguido que los chicos se quedaran un rato más. Entré y, a medida que me fue acercando, me fijé en que Niall estaba cogiendo algo de comida y en que faltaban Harry y Louis ¿dónde mierdas estarían? No tenía mucho tiempo como para perderlo así que me puse detrás de Zayn, le tapé los ojos y le di un beso en la mejilla.
- ¿Qué coño? - me quitó las manos, miró hacia arriba y su expresión cambió por completo - ¡Alejandra! - se levantó y me abrazó levantándome un poco.
- He echado de menos tus tonterías de presumido.
- Y yo las tuyas - rió - ¿qué haces aquí
- He venido porque os echaba de menos - reí.
- ¿Cuándo te vas?
- Me voy mañana a las 12pm.
- ¿Cuándo has llegado? - tartamudeaba un poco, estaba muy nervioso - ¿ha venido Ari?
- No - bajé la mirada - Las chicas no han podido venir porque no tenían dinero suficiente - suspiré y volví a mirarlo - Llegué ayer a las 21h y llamé a Liam en cuanto acabasteis el concierto, mandó a Paul para que me trajera aquí y me pidió una habitación.  
- ¡Serás cabrón! - le dijo a Liam - ¿Por qué no dijiste nada?
- ¡Gordita! - gritó Niall desde la otra punta del buffet, vino rápido y dejó la bandeja de comida en la mesa, luego me abrazó - ¿qué haces aquí?
- Os echaba de menos y pensé que sería una buena sorpresa de San Valentín de otoño - reí.
- ¿Has visto, Niall? - dijo Zayn - ¿quién iba a decirnos que esta chica era tan lista?
- Tío, que es médica - respondió Nialler riendo, luego se puso serio - ¿Ha venido María?
- No, las chicas no tenían dinero suficiente para venir - me senté, cogí la bandeja que había traído Niall y empecé a comer - Con tu permiso.
- Tranquila, yo he comido mucho - sonrió.
- ¡Qué fuerte! - dijo Zayn - ¡Niall compartiendo su comida!
- Es que con mi gordita comparto toda la comida que haga falta - me guiñó un ojo y reí.
-  ¿Cuándo llegaste?
- Ayer a las 21h y llamé a Liam al acabar vuestro concierto, entonces él mandó a Paul a recogerme al aeropuerto y me cogió una habitación para daros esta sorpresa - sonreí.
- ¡Serás capullo! - le dio un pequeño golpe en el hombro a Liam - ¿por qué no nos lo dijiste?
- No me insultéis más por favor - dijo Liam entre risas mientras se tocaba donde Niall le había pegado - no dije nada porque ella me lo dijo.
- Lo siento pero quería sorprenderos hoy - sonreí - ¿Dónde están Hazza y Lou? - pregunté. 
- Se han ido a su habitación - respondió Liam - Louis estaba preocupado por ti porque ayer te llamó varias veces y no daba señal así que se ha ido a su habitación nada mas terminar de comer para intentarlo de nuevo.
- Claro, no daba señal porque no tenía cobertura en el avión - suspiré.
- Y Harry se fue ha hacerle compañía y a intentar tranquilizarlo un poco - añadió Zayn.
- ¿Tenéis el día libre hoy? - pregunté.
- Tenemos un concierto a las 20h - contestó Niall - saldremos de aquí en 2h.
- Vente con nosotros - dijo Liam.
- Sí - dijo Zayn - así darás una sorpresa a Louis.
- Vale - sonreí.
- Perfecto, vamos a descansar un poco, nos vemos aquí en 1:30h - dijo Liam - nosotros iremos con Paul y tú con Arnold.
- Muy bien - nos levantamos, salimos del buffet y entramos en el ascensor - ¿a qué planta vais?
- A la 4ª - dijeron a la vez. Miré a Liam, rió levemente y pulsé el número 4. Al llegar, me paré frente a mi puerta y me despedí de ellos con un beso y un abrazo. 
Entré en la habitación, tiré los zapatos y me dejé caer en la cama, estaba agotada. Eran las 16:30h pero en España eran las 1am y yo todavía estaba acostumbrada a ese horario. Puse la alarma del móvil para que me despertara a las 17:30h y lo apagué, lo tenía siempre apagado porque no quería que Louis descubriera que estaba allí. Me quité la ropa y me acosté, me apetecía dormir aunque solo fuera durante una hora.
Fue una hora demasiado fugaz. Me levanté rápidamente, me vestí exactamente igual porque quería que Louis viera la camiseta que había hecho y me peiné igual, ese peinado me sentaba muy bien ese día. Me sobraba tiempo así que decidí asomarme al balcón, había una brisa estupenda, el sol brillaba mientras casi atardecía y había un montón de gente en la playa, me entraron ganas de comprarme un bikini y bajar a la playa a tomar el sol. 
Estaba sumida en mis pensamientos cuando oí que la puerta del balcón de al lado se cerraba, no me giré, no quería saber quién mierdas me había quitado la habitación 444 así que seguí mirando a la playa. La risa de una bebé proveniente de ese balcón hizo que me girara. Un chico joven, muy guapo, con una gran sonrisa pero una mirada triste jugaba y se esforzaba en hacer tonterías con ese bebé, una niña rubita y regordeta de poco más de un año. En ese momento, el chico me miró, sonreímos, volvimos a mirar a la playa y entonces nos volvimos a mirar.
- ¿Alejandra?

sábado, 21 de abril de 2012

Capítulo 59.

Al día siguiente no pensaba en otra cosa, la idea que se me había ocurrido la noche anterior no paraba de dar vueltas en mi cabeza. Era una puta locura pero quizás era la mejor idea que había tenido en mi vida y, además era por una buena causa así que ¿por qué no llevarla a cabo? 
Al acabar la facultad llamé a las chicas para que vinieran a mi casa por si querían apuntarse a mi plan pero, lamentablemente, no tenían ni tiempo ni dinero así que iba a hacerlo sola.
Volví a mi casa, cogí el portátil y me tumbé en la cama. Lo encendí y me metí en varias páginas de vuelos para buscar el más barato posible y, después de 2h buscando, lo encontré. Salía el viernes 13 a las 18h y volvía el domingo 15 a las 00h, compré los billetes y bajé a avisar a mis padres.
- Este viernes me voy de viaje ¿vale?
- ¿A dónde? - preguntó mi madre histérica perdida - ¡Pero si tienes que ir a la facultad!
- Sale por la tarde así que por eso no te preocupes.
- ¿Cuándo vuelves? - preguntó mi padre. 
- El vuelo sale a las 00h de allí así que llegaré a las 18h de aquí.
- Entonces perderás una clase - rechistó mi madre - de eso ni hablar.
- ¡Tengo 18 años, joder! - grité - Si digo que cojo un avión es que cojo un avión y punto, además ya lo he pagado.
- ¿Estás tonta, niña?
- Estoy enamorada.
- No digas tonterías.
- Eva - intervino mi padre - déjala que se vaya.
- ¡Pero eso es una locura!
- Como la que yo tuve que hacer para recuperar lo nuestro.
- ¿Qué? - pregunté - ¿De qué va esto?
- Alejandra cariño, al año de empezar a salir con tu madre todo iba muy bien hasta que se fue a estudiar un año a París y me dejó - dijo mi padre - yo la echaba mucho de menos y, en nuestros tiempos, nada más que podíamos hablar por carta o por fijo pero era muy caro. Entonces, me harté y me fui de casa sin avisar a los abuelos, ni siquiera tenía 18 años pero me fui. Fue la mejor decisión de mi vida porque, si no hubiera ido a verla e intentar recuperarla, no habríais nacido ni tú ni tus hermanos.
- ¡Qué bonito!
- Ve - dijo mi madre - hazlo.


Llegó el viernes, volví rápidamente de la facultad e hice la maleta, no tenía ni idea qué tiempo hacía allí a donde me dirigía así que cogí camisetas de mangas cortas, mis pantalones vaqueros, unos botines y unos tacones, me puse el entero y cogí el coche para ir al aeropuerto. Aparqué en el parking de allí y fui a las salidas, debía coger un avión para Madrid porque en Sevilla no salían vuelo directos hacia donde me dirigía. Merendé unos donuts antes de subir al avión y luego pasé los controles de seguridad. Llegué a Madrid a las 19h, mi vuelo salía a las 21h por lo que llegaría a mi destino a las 6am hora española, 21h hora central. Cené allí mismo, nada más pasar el control e hice tiempo a que llegara la hora leyendo revistas y conectándome a Twitter. Finalmente, sonó el aviso y me dirigí al a puerta de embarque. El avión estaba casi vacío lo cual era normal sabiendo que era viernes 13 de noviembre y no había ni vacaciones ni nada, me senté en el lado de la ventanilla y me quedé dormida hasta que una azafata me dijo en inglés que íbamos a aterrizar y que me pusiera el cinturón. Me ralló bastante que al llegar allí fuera la misma hora que a la que me fui de España y no podía creerme que por primera vez estuviera en Estados Unidos, concretamente en Los Ángeles, lugar al que siempre había querido ir. Decidí cenar de nuevo en el mismo aeropuerto y cuando me di cuenta ya eran las 23h, así que decidí pillar un taxi para ir al hotel de los chicos. Mierda. No sabía cuál era el hotel. Cogí el móvil y llamé a Liam.
------------------- LLAMADA TELEFÓNICA -------------------
- ¿Sí? - su voz, llevaba mucho tiempo sin oír la voz de Liam, mi "hermano" mayor.
- Liam - canturreé, me di cuenta de que varias chicas giraron la cabeza en mi dirección y susurraban algo
- ¿Pasa algo?
- No ¿por?
- Entonces ¿por qué me llamas a mí y no a Louis?
- Adivina dónde estoy - canturreé de nuevo.
- A ver... son las 23h aquí así que en Sevilla deben de ser las 8am del sábado 14 por lo que estás estar en tu casa.
- Te equivocas, estoy mucho más cerca y son las 23h del viernes 13.
- ¡No me jodas! - gritó.
- Si te jodo - reí.
- ¿Están las demás contigo?
- No - apagué mi tono de voz - no tenían dinero.
- Bueno - hizo un esfuerzo por alegrase - no pasa nada ¿sabes cual es el hotel?
- Por eso te llamo porque estoy en el aeropuerto y quiero pillar un taxi pero no sé a dónde decirle que me lleve - reí.
- ¿Pero estás allí sola?
- Ajá.
- Te mando a Paul - dijo seriamente.
- ¿Por qué?
- Porque no es seguro, la fans pueden reconocerte y pueden ir a por ti en plan avalancha.
- ¿Eres tonto? - reí - ¿cómo me iban a reconocer si no soy nadie?.
- Eres la novia de Louis, suficiente como para que vayan detrás de ti - en ese momento se me acercaron un grupo de cinco chicas gritando.
- Vale, tienes razón - reí - mándame a Paul.
- Paul marchando - canturreó.
- ¡Liam espera! - grité para que no colgara, al decir "Liam" las chicas gritaron más aún. - No le digas a los chicos que he venido que quiero que sea sorpresa.
- Eso está echo enana, nos vemos en un rato.
- Hasta hora Liam, te quiero.
-------------- FIN DE LA LLAMADA -------------------
Fue decir la última frase y que las chicas enloquecieran por completo, se fueron agrupando más chicas, ahora eran diez más o menos y no paraban de gritar mi nombre.
- Hola - dije a todas lo que hizo que gritaran más.
- ¿Has venido a ver a Louis - preguntó una chica que estaba más tranquila.
- He venido a verlos a todos - sonreí y gritaron más.
- ¿Van a venir a por ti? - gritó una - ¡Oh, Dios dime que sí!
- No - reí - me voy en taxi.
- ¿A su hotel?
- No, tengo una habitación en otro - sonreí.
- ¿Te haces una foto? - preguntó otra chica que estaba tranquila.
- No puedo - hice un gesto triste - si me hago fotos con vosotras la gente pensaría que uso la fama de los chicos, lo siento.
- ¿Y las novias de Liam, Niall, Zayn y Harry?
- Se han  quedado en Sevilla, no tenían dinero para venir.
- ¿Entonces estás sola?
- Ahora mismo sí - reí. En ese momento me llegó un sms de un número desconocido "Te espero en la puerta principal del aeropuerto, Paul." - Tengo que irme chicas.
- ¿Les dirás a los chicos que los queremos?
- Claro - dije mientras me daba la vuelta para irme - ¡ellos también os quieren!
Conforme me alejaba notaba flashes de las fans y escuchaban cómo seguían gritando por haber hablado conmigo, seguí andando y al salir del aeropuerto, una furgoneta negra se puso delante de mí, abrí la puerta y subí.
- Hola Paul - le di dos besos - gracias por recogerme.
- Gracias a ti por venir, esta visita sorpresa va a alegrar mucho a los chicos - rió - por lo menos a Liam lo has dejado loco de contento.
- Es que necesitaba verlos - sonreí.
- ¿Cuándo te vas?
- El domingo.
- Nosotros volveremos a Londres en un mes así que has venido en un buen momento.
- Eso espero - sonreí.
Estuvimos contándonos nuestras vidas y tal hasta que llegamos al hotel. Estaba en primera línea de playa, tenía vistas a la playa de Santa Mónica, tenía quince plantas y era muy moderno, cada habitación tenía un balcón que daba a la playa o a la calle de atrás. Me bajé del coche, Paul cogió mi maleta y entramos en recepción.
- ¡Alejandra! - Liam vino corriendo hacia mí desde la otra punta de la recepción, me quedé en centro de la habitación con los brazos abiertos esperando a que llegara, cuando lo hizo me abrazó fuertemente y me dio un beso muy profundo en la frente.
- Te he echado mucho de menos - dije con la voz entrecortada.
- Y yo a ti - sonrió - ¿subimos a ver a los chicos?
- Si no te importa, prefiero verlos mañana - sonreí - llévalos al buffet a las 11 ¿vale?
- ¿Por qué?
- Quiero que sea una sorpresa de San Valentín de otoño - reímos.
- Aprendes rápido - sonrió - antes de despedirnos déjame que te acompañe hasta la habitación.
- Claro - sonreí y se fue a pedir mi habitación - ¡pídeme la 444! - grité.
- Esta ya está cogida - dijo cuando vino - pero te he cogido la 448.
- Vale, ese número también me gusta - subimos a la planta 4ª y nos despedimos en mi puerta - Hasta mañana Liam.
- Hasta mañana enana - nos dimos un abrazo y un beso en la mejilla.
Al entrar en mi habitación flipé, era preciosa. Las paredes eran celestes y las sábanas, las cortinas y los muebles eran blancos, la cama era de matrimonio y estaba muy mullida, tal y como a mí me gustaba. Descorrí las cortinas y salí al balcón, sonreí, las vistas de la playa a esas horas de la noche eran preciosas, miré al lado, la luz de la habitación 444 estaba encendida y su balcón también daba a la playa, me moría por tener esa habitación. La decoración era simple pero me encantaba, esa combinación de celeste y blanco me daba la sensación de que estaba en el cielo flotando entre las nubes. Abrí la maleta y busqué el pijama, me duché, me lo puse y me acosté. Estaba muy cansada pero a la vez no podía dormir de los nervios que sentía, al día siguiente vería al resto de los chicos. Pff. Los echaba tanto de menos, necesitaba verlos ya.

lunes, 16 de abril de 2012

Capítulo 58.

[Narra Louis]
Estos días que había pasado con Alejandra habían sido de los mejores de mi vida, estaba muy orgulloso de ella por todo lo que había logrado y me arrepentía muchísimo de no haber podido estar a su lado en su 17 cumpleaños, en Navidad de 2012, en fin de año, en año nuevo, cuando consiguió nota para la facultad, en nuestro primer aniversario, en su 18 cumpleaños... me arrepentía de todo el tiempo perdido, lo habíamos intentado recuperar el esos 9 días que habíamos pasado juntos pero obviamente no fue posible. Sevilla era una ciudad pequeña pero preciosa, llena de gente simpática y cariñosa, una ciudad que nunca dormía, en la que todos los días eran soleados y en la que vivía mi novia. No quería irme de allí.
Nuestro salía a las 13h así que nos despertamos a las 10h para poder estar allí por lo menos 1h 30mins antes del despegue. Recogí la ropa que tenía tirada por el suelo de la habitación del hermano de Alejandra, hice la cama y ordené todo como medianamente pude, después subimos a la cocina para que recoger las 60 bolsas de té de Yorkshire que había traído desde Doncaster para poder tomarlo durante mi estancia en USA, luego desayunamos tranquilamente y me despedí de si familia con abrazos y numerosos besos.
- ¿En serio vas a ir así al aeropuerto? - preguntó Alejandra antes de abrir la puerta.
- ¿Qué tiene de malo lo que llevo puesto?
- Louis, vas en pijama con tu gorro de lana gris.
- Siempre viajo así.
- Lo sé.
- Entonces, ¿cuál es el problema?
- Que soy tu novia y me da vergüenza lo que la gente pueda decir de ti.
- Dirán que soy asombrosamente guapo y que mi culo es espléndido - salimos de casa y nos montamos en su coche. Su coche. Sonaba bien y más cuando se lo habíamos regalado entre todos. Arrancó y se dirigió a la autopista para ir al aeropuerto, desde allí no salían vuelos directos a Nueva York pero íbamos a ir en nuestro jet privado así que no había ningún problema. Llegamos a las 11:30h, todos nos estaban esperando en la puerta menos Zayn y Ari que llegaron más tarde, saludamos a Paul y a Arnold y entramos en el aeropuerto.
- Va siendo hora de pasar el control de seguridad y subir al jet - dijo Paul a las 12:30h - tenéis que despediros.
Alejandra se despedía de los chicos mientras yo me despedía de las chicas.
- Adiós María - la abracé y le di un beso en la mejilla - voy a echar de menos tu risa.
- Adiós Louis - me dio un beso en el mismo sitio - voy a echarte de menos.
- Carlita - canturreé y me acerqué a ella para abrazarla - voy a echar de menos la manera en la que me cortas el rollo.
- Voy a echar de menos la manera en la que te quejas cuando te corto el rollo - dijo entre risas.
- Te voy a echa de menos, Ana - la abracé.
- Y yo a ti, Louis.
- Ari, cielo - la abracé - voy a echar de menos tus torpes pases de modelos.
- Echaré de menos cuando te metes conmigo con cariño, te quiero Lou.
- Y yo a ti modelo de pacotilla - le besé la frente, entonces se acercó Alejandra.
- Cariño, tengo miedo de decirte adiós ¿y si te prohíben hablar conmigo de nuevo?
- Eso no pasará - la abracé - pero si en algún caos improbable pasara, cogería un avión directo a España.
- ¿Me lo prometes?
- Claro - sonreí - ahora prométeme que dejarás que las chicas te cuiden y que quedarás con Pablo.
- Lo prometo.
- Y ten cuidado con el coche, no quiero enterarme de que tienes un accidente cuando estoy a miles de kilómetros de ti.
- Lo prometo - dijo entre risas, me encantaba su risa, era rara pero adorable a la vez, la típica que deseas escuchar cada segundo de tu vida una vez la has escuchado por primera vez.
- Te llamaré cada noche, después de los conciertos ¿vale?
- De acuerdo - sonrió - vaya, parece que las despedidas se nos dan cada vez mejor.
- Espero que pase lo mismo con los reencuentros - le guiñé un ojo y rió de nuevo.
- Te quiero mucho, Louis, no lo olvides ¿vale?
- Pensaré en ello cada segundo - sonreí - y recuerda que yo también te quiero mucho, muchísimo - nos besamos pausadamente, fue un beso largo, muy largo y lento, muy lento, de estos que parecen que nunca acaban, de estos que te dejan satisfecho pero a la vez con muchas ganas de más, de esos en los que la chica te acaricia el cuello mientras tú acaricias sus caderas o agarras su culo. Esos eran mis favoritos.
- Vamos, Louis - Paul me cogió del brazo provocando que me separara de ella.
- Adiós princesa - me di la vuelta y me alejé de ella, empecé a andar con Harry y me giré para ver si ya se había ido. Alejandra seguía de pie mirando hacia mí y diciendo adiós con una mano mientras apretaba fuertemente el colgante con la "L", le dije adiós con la mano y le tiré con beso. La iba a echar de menos, mucho más de lo que lo había hecho en todo un año.
[Narra Alejandra]
Fue duro despedirse de los chicos, siempre era duro pero esta vez fue más soportable, quizás fuerza porque me estaba acostumbrando a hacerlo y eso no me gustaba. Me costaba decirles adiós pero sobretodo me asustaba, me daba miedo pensar que que les pasara algo o que conocieran a alguien y que nos separara la puta distancia.
Salimos del aeropuerto, nos montamos cada una en nuestros coches y nos fuimos a nuestras respectivas casas. Comí con mi familia, que estaban muy cariñosos y comprensivos y cogí el coche para ir a casa de Pablo, hacía mucho que no lo veía, exactamente 27 días y lo echaba mucho de menos. Ahora que lo pensaba, ni siquiera le había contado lo del carné de conducir, en fin, hoy podríamos ponernos al corriente de todo. Había mucho tráfico y tardé mucho en aparcar así que llegué allí en media hora, llamé al telefonillo y me abrió su madre.
- Hola Alejandra - me abrazó - llevamos mucho tiempo sin verte por aquí.
- Lo siento - le di un beso en la mejilla - he estado un poco liada.
- Bueno, ya sabes donde está Pablo.
- Gracias - sonreí y pasé, saludé a su padre y a sus hermanos y fui a su habitación. De nuevo, estaba fumando asomado al balcón pero, para variar, tenía los cascos puestos así que me acerqué por detrás, rodeé su cuello con mis brazos y le di un beso en la mejilla, rápidamente se quitó los cascos y me abrazó en condiciones.
- Hola, perdida - sonrió y tiró el cigarrillo - ya se han ido los chicos ¿no?
- Si ¿cómo lo sabes?
- Siempre recurres a mí cuando ellos se van - rió sin ganas.
- Lo siento, es que el 22 llegó Louis y...
- Siempre es Louis - suspiró - Louis esto, Louis lo otro, Louis no se qué... ¿no te das cuenta de que nunca está a tu lado? ¿de que siempre soy yo el que va detrás de ti como un gilipollas mientras él te hace daño?
- Pablo, he venido aquí a pasar tiempo contigo no a que me eches toda tu mierda en cara.
- ¿Toda mi mierda? - rió irónico - Es tu mierda, te estás comportando como una guarra.
- Y tú como un capullo - una lágrima resbaló por mi mejilla - se supone que eres mi mejor amigo.
- Tú lo has dicho, se supone - suspiró - los mejores amigos son esos que se ven casi todos lo días, los que se llaman si no pueden quedar...
- ¿Qué coño te pasa?
- Lo admito - suspiró - prometí olvidarte. ¿Y qué? - rió - nunca dije cuando, nunca dije a qué hora, nunca dije dónde, nunca dije en qué momento de mi vida iba a hacerlo. Al decir que te olvidaría no quise decir que me rendiría en ese preciso instante - me miró - Hay un dicho que dice que si no te esfuerzas lo suficiente, no sabrás hasta dónde puedes llegar y, yo no siento que haya dado todo lo que he podido, no creo que solo pueda llegar hasta aquí. Porque soy fuerte, sé que puedo conseguirte, puedo dejar de soñar contigo y empezar a vivir contigo, puedo demostrarte las pocas virtudes que me constituyen y aprender a amarte con tus mil y un defectos que, para mí, siempre estarán camuflados bajo tu preciosa sonrisa. Seguramente no sea el chico más romántico del mundo y mucho menos el mejor. Vale que aún seamos jóvenes, puede que no seas la mujer de mi vida, que no vivamos eternamente, tal vez no muera con un anillo de matrimonio en el que ponga tu nombre, quizás no serás tú la que me espere en el altar pero lo que si tengo claro es que tu eres la chica de mi presente, una chica que poco a poco se va haciendo mujer y mi presente es ahora - se acercó para besarme, sus ojos verdes se clavaban en los míos, veía como su sonrisa se acercaba lentamente a mí y yo no era capaz de moverme, su nariz rozaba la mía - te quiero - esas dos palabras me despertaron, me dieron fuerzas para poner mi mano en su pecho y pararlo.
- Pablo, he venido aquí para pasar tiempo contigo - lo miré, estaba confuso - y yo te quiero, mucho, no te imaginas cuánto pero en plan amigos.
- No lo entiendo ¿por qué no podemos ser algo más?
- Porque tengo novio, es un chico maravilloso, se llama Louis y lamentablemente es famoso por lo que pasa mucho tiempo fuera pero me da igual porque eso hace que lo quiera incluso más, eso hace que cuando lo vea cada x tiempo me alegre más que verlo todos lo días.
- ¿Por qué lo quieres?
- Quiero a Louis porque me robó el corazón, me hace reír y sonreír todo el tiempo, me hace sentir guapa cuando pienso que estoy horrible. Me encanta el modo en el que sonríe cuando piensa que algo es gracioso o mono, el modo en el que quiere a todas las fans pero aún así tiene tiempo para hacerme sentir la única chica en el mundo. Y bueno, lo quiero porque él me quiere. - sonreí y Pablo me abrazó.
- Lo siento, Alejandra - me dio un beso en la cabeza - siento haber sido tan gilipollas.
- No pasa nada - sonreí.
- Bueno - suspiró - habías venido para hablar ¿no?
- ¡Ah, sí! - reí - se me olvidaba decirte que ya tengo el carné de conducir.
- ¿Cómo se te había olvidado eso? Me encanta la poca memoria que tienes - rió - enhorabuena, ahora puedo ir a beber tranquilo porque tú conducirás a la vuelta y yo podré emborracharme.
- De eso nada, Pablito - reí - nos turnamos y punto.
Seguimos hablando durante horas hasta que anocheció, quedamos en vernos al día siguiente y volví a mi casa. Cuando llegué no estaban mis padres así que cené cereales y bajé al sótano a meterme en la cama de mi hermano que ahora olía muchísimo a Louis. Estaba quedándome dormida cuando me llegó una mención de Louis en el Twitter "Ya hemos llegado :) te echo de menos, te quiero nena xx" le respondí con un "Me alegro, estáis bien ¿no? También te echo de menos, te quiero mucho xx" y me fijé en que había cambiado su icon. Sonreí. Era una foto que nos hicimos en el mirador de la Encarnación, salíamos besándonos con la Giralda a nuestras espaldas, era preciosa. Sonreí de nuevo y twitteé "PD: me gusta tu nuevo icon ;) xx". Al rato me llamó y estuvimos hablando horas de cosas sin sentido, lo extrañaba muchísimo.


Los días pasaban y Louis me mandaba postales de todas las ciudades a las que iban y escribía "Te quiero y te echo de menos un montón, no te olvides de mí. Louis xxxx" detrás de cada una, las iba guardando todas en la misma caja en la que me mandó el entero, pronto no cabría ni una más. Me llamaba cada día y nos pasábamos las noches en vela hablando de cosas que no tenían sentido, hablábamos por hablar, por oír nuestras voces un minuto más.
Era 10 de noviembre, era de madrugada, hacía frío y estaba tumbada en la cama con el portátil sobre mi barriga cotilleando un poco por Twitter cuando me llegó una mención de Lottie "Creo que deberías ver esta entrevista (link) PD: te echo de menos, a ver si te pasas pronto por Doncaster xx". Sin tardar un segundo más le di al link, era una entrevista que los chicos hicieron en San Francisco, ahora se encontraban en LA y se quedarían allí hasta el 16. Era una entrevista muy divertida y original hasta que, de buenas a primeras el presentador les preguntó a los chicos que cómo se sabía si estabas enamorado.
- Sabes que es amor cuando los pequeños detalles de esa persona, esos que son insignificantes para la mayoría de las personas, parecen increíbles para ti - dijo Zayn.
- Sabes que es amor cuando te tiemblan las rodillas siempre esa persona entra en la habitación y sonríe, aunque llevéis mucho tiempo juntos - añadió Niall.
- Entonces estáis enamorados ¿verdad?
- Así es - dijeron a la vez.
- Así que Louis, ¿cómo van las cosas con Alejandra?
- Realmente bien - sonrió.
- Cuéntanos, ¿cómo te sientes al salir con ella?
- El hombre más afortunado del mundo, ella es una chica maravillosa, realmente perfecta en todos los sentidos - sonrió - y, aunque suene muy cursi, pienso que es la definitiva. 
- Lleváis saliendo algo más de un año y se os ve muy unidos, estoy seguro de que la echas de menos ¿Qué le dirías ahora mismo?
- ¡Hola cariño! - una sonrisa de oreja a oreja apareció en su rostro - Te extraño, te quiero con todo mi corazón y, si pudiera coger un vuelo e irme a casa contigo, sabes que lo haría pero no puedo así que ven a verme ¡YA! - rió y tiró un beso a la cámara. Me tumbé para intentar dormir, lo necesitaba. Estaba apunto de conseguirlo cuando sonó mi móvil, miré la pantalla "Tommo xx".
----------------- LLAMADA TELEFÓNICA ------------------
- ¡Lou! - canturreé.
- Hola amor - sonreí al oír su dulce acento de Doncaster.
- Son las 5am en España - bostecé - ¿qué quieres?
- A ti y a tus besos - suspiró - aquí son las 20pm y tengo sueño pero no puedo dormir, desearía que estuvieras aquí, a mi lado. No hay ni un solo día que no mire todas nuestras fotos y sonría como un bobo al imaginarte de nuevo a mi lado - sonreí, me iba a echar a llorar así que decidí cambiar de tema.
- ¿Estás disfrutando? - pregunté.
- Sí - dijo con una voz mucho más feliz - esto es alucinante.
- Me alegro de que te estés divirtiendo cielo - sonreí.
- Sí, pero hay algo que no me gusta de estar aquí - noté que su voz volvía a entristecerse.
- ¿El qué? - pregunté confusa - LA es divertido y soleado.
- Que no estás aquí - dijo en un suspiro.
- ¡Ooh! Tommo se ha puesto colorado - exclamó Nialler por detrás.
- ¡Lou quiere casarse contigo! - gritó Harry.
- Te echo muchísimo de menos - dije para romper el silencio que había creado el comentario de Harry. Mi voz se quebró, los echaba tanto de menos que iba a llorar.
- Oh, no por favor cariño, no llores - dijo Louis - yo también te echo de menos pero no llores.
- No estoy llorando - mentí.
- Sí lo estás, por favor no lo hagas - suplicó - No puedo soportar pensar que tu preciosa cara llena de lágrimas, aunque eso no afecte a tu belleza - sonreí y me sequé las lágrimas - ahora necesito que hagas algo por mí, Alejandra.
- Claro, cualquier cosa.
- Bien, métete en Youtube y busca el vídeo de One Thing - abrí el portátil y seguí sus instrucciones.
- Hecho.
- Vale, ahora pásalo hasta el minuto 1:33 y escucha - dijo con un tono de voz alegre, me imaginé su sonrisa al otro lado. Le di a play y escuché como Louis cantaba a la vez - And I need you here with me now cos you've got that one thing.
- Ooh - reí - te quiero, Lou.
- Yo también, nena.
- ¡Louis vamos, tenemos que irnos! - oí a Liam hablando por detrás.
- Me tengo que ir, hoy hay concierto.
- Vale, cielo hablamos mañana, te quiero.
- Buenas noches princesa, te quiero.
- Adiós.
- Adiós te quiero mucho, muchísimo.
----------- FIN DE LA LLAMADA ------------
Aunque Louis no lo quisiera admitir, le había notado en la voz que estaba triste, que le dolía mucho la distancia y bueno, en la entrevista se le veía un poco desmejorado. Yo también lo echaba mucho de menos, eso era un sin vivir. Entonces se me ocurrió una idea, quizás una de las mejores que había tenido hasta ese momento.