- ¿Crees que si no te querría aguantaría tus tonterías, tu cara todos los días, tus "te quiero" y tus besos?
- ¿Entonces?
- Te quiero - aclaró Harry mirándome, clavando su mirada en la mía.
- ¿De verdad?
- Si.
-¿Qué quieres? - No sé si me expresé bien pero me dio la respuesta que buscaba.
- Algo imposible - respondió evitando mi mirada.
- Venga, dímelo - insistí - ¿qué quieres?
- Quiero despertarme cada día a tu lado y pensar que nunca te irás.- me miró y cogió mi mano - Oír un leve susurro en mi oído, casi imperceptible y saber que es tu aliento, diciéndome que me quieres. - carraspeó - Que me necesitas. Quiero que me ayudes a creer en que la palabra "siempre" existe.
- Harry - le miré - yo también te quiero.
- Pues vuelve conmigo - me interrumpió.
- No, porque también quieres a Ana.
- Tú quieres a Louis.
- Pero no estoy enamorada.
- ¿Cómo lo sabes?
- Es fácil, porque te levantas con una sonrisa deslumbrante y te acuestas con esa misma sonrisa tonta, sonríes sin motivo. Cuando te pones a escuchar música y todo te recuerda a él, da igual que la letra no tenga sentido, tú solo piensas en él. Cuando no puedes dormir y das miles de vueltas esperando a que la maldita almohada te ayude a dormir y entonces cierras los ojos y aparece esa persona que te quita el sueño.- Harry me escuchaba atento pero me interrumpió.
- Piensas en ella una y otra vez, recuerdas el mismo recuerdo millones de veces pero tú lo piensas de todos modos. - le miré, estaba diciendo exactamente lo que yo quería decirle - Cuando discutes con esa persona, te vas dejándola sola y sin darte cuenta comienzas a llorar sorprendido porque por primera vez lloras por alguien, sorprendido porque te das cuenta de que ese sentimiento va más allá de las palabras, porque detrás de ellas se esconde algo mayor.- terminó de hablar, hubo un silencio.
- Lloras por él pero tú le sigues queriendo igual y le querrás cada vez más - añadí.
- Vuelve conmigo - repitió.
- Dices que te gusta la lluvia, pero cuando llueve usas paraguas, dices que te gusta el brillo del sol pero cuando hay un día soleado buscas la sombra, dices que te gusta el viento pero cuando sopla cierras la ventana, por eso tengo miedo cuando dices que me quieres.
-¿Volverás conmigo? - preguntó mirándome sin sonrisa.
- ¿Para qué? Siempre acabamos discutiendo o haciéndonos daño.
- Pues eso es lo que hacemos, peleamos y nos hacemos daño. Tú me dices cuando soy un egoísta y yo te digo cuándo eres una desconfiada insoportable.
- Entonces ¿qué? - pregunté, ya no sabía si era el que no quería volver conmigo.
- Que será difícil y tendremos que ponerle ganas cada día - hizo una pausa, suspiró para tranquilizarse - pero quiero hacerlo porque te quiero. Quiero todo de ti, para siempre. Pero si quieres a Louis mejor que no volvamos. Pero no tomes el camino más fácil.
- Haga lo que haga siempre le haré daño a alguien.
- No pienses que lo que quiere la gente o en lo que quiero yo ¿qué quieres tú?
- No lo sé.
- ¿Qué tengo que hacer para que vuelvas conmigo? Vamos a dejar el pasado atrás - no me lo podía creer, estaba cantando esa canción en español.
- Para mí la vida no tiene sentido si te vas - terminé el verso y sonreí - te la has aprendido.
- Por ti.
- Pues no hacía falta, es una horterada de canción, solo la canté porque me la recordaste aquella vez - dije riéndome.
- Por ti daría mi vida.- nos miramos - te quiero.
- Y yo a ti - sonreímos, nos acercamos lentamente y nos besamos. Era el beso que había estado deseando todo el día, fue perfecto.
- ¿Significa esto que estamos juntos de nuevo?
- Déjame hacer una prueba para decidirme totalmente - me levanté, me puse detrás y le tapé los ojos - ¿quién soy?
- ¿Ésta es tu gran prueba? - pregunto haciendo mucho gestos.
- Si, ¿quién soy? - tardó en contestar pero finalmente lo hizo.
- Alejandra.- sonrió y me senté a su lado.- ¿Volvemos?
- No, no vamos a volver a salir juntos - dije seria.
- ¿Qué? No lo entiendo - sus ojos no enfocaban un punto fijo, miraban de un lado a otro, nerviosos esperando una respuesta.
- Si de verdad me quisieras, si de verdad quisieras volver conmigo, habrías dicho "la chica a la que más quiero", "la chica que va a volver conmigo" o incluso "mi novia".
- Pero yo te quiero, eres muy guapa y...
- Ahí está el problema - le interrumpí - Me quieres por mi físico, Harry abre los ojos por favor, acepta que estás enamorado de Ana, de su forma de ser, de sus movimientos, de su voz, de todo lo que hace o dice.
- No, yo te quiero - me miró.
- No - le devolví la mirada - quieres quererme pero no puedes, no puedes porque sólo piensas en Ana - hubo un silencio enorme - Mira, no quiero que pierdas el tiempo conmigo, ve a por Ana, ella te quiere y tú a ella así que me quito de en medio y os dejo las cosas fáciles.
- Tienes razón - dijo después de otro gran silencio - Siento haberte hecho perder el tiempo.
- No - le cogí del mentón para que me mirara - no quiero que pienses eso, contigo he vivido lo que no he vivido con nadie. No me has hecho perder el tiempo, me has ayudado a crecer, a darme cuenta de las cosas, a escuchar a mi corazón.
- Prométeme que las cosas no se enfriarán entre nosotros, que tendremos la misma relación que teníamos antes de salir, que tendremos esos piques, esos besos en la mejilla o en la frente, esos abrazos... Prométeme que no habrá incomodidades.
- No creía que hiciera falta prometerlo - sonreímos - eso ya lo tenía claro. - nos abrazamos, las lágrimas cayeron por mi rostro ¿por qué? Era yo la que lo estaba dejando ¿por qué lloraba? Lo miré, vi como una lágrima resbalaba por su cara y lloré más. Hice llorar a Harry, hice llorar al chico que más había querido en el mundo, hice llorar a mi ídolo y al que luego sería mi mejor amigo. Nos secamos las lágrimas y nos quedamos un rato allí en el jardín bromeando. De vez en cuando las lágrimas volvían a aparecer en mis ojos pero él hacía que desaparecieran con una broma. Pensaba que había escogido bien, que había hecho la elección correcta porque disfrutaba mucho más de Harry cuando era mi amigo y me picaba, esa era la única relación que yo quería con él. Miré el reloj, las 15:02h. Decidimos entrar a comer con los chicos, cuando nos vieron entrar se hizo un gran silencio. Harry y yo nos sentamos juntos, teníamos enfrente a Louis que me echó una mirada de "¿Lo habéis arreglado?" a la que yo respondí con una de "hablamos luego"
- Zayn, Louis me ha amenazado - dijo Ari, por fin alguien rompía ese maldito silencio.
- ¿Otra vez? - preguntó Zayn riendo.
- Si, dile que ya va siendo hora de que acepte lo nuestro - todos nos reímos, daba gusto reírse después de la mayor ruptura de tu vida, daba gusto tener a tus mejores amigos a tu lado en esos momentos, bueno, ya eran mi familia. Subí a la habitación de Harry y, como hacía siempre que estaba depre o que necesitaba asimilar algo, cogí el móvil y me puse los cascos. Empezó a sonar Good Night de Reece Martin y me llené de energía. Me conecté a Twitter y vi que tenía una mención de Harry "@alejandra_stylik y yo lo hemos dejado de mutuo acuerdo. No quiero que la amenacéis ni nada por el estilo, ella me ha abierto los ojos, me ha hecho darme cuenta de que quiero a otra persona. Aun así, no perdemos el contacto y seguimos siendo amigos xx". Lo había hecho oficial así que era hora de que yo hiciera lo mismo "@Harry_Styles y yo lo hemos dejado pero no os preocupéis ha sido de mutuo acuerdo y seguimos siendo amigos xx". Ya era oficial, las lágrimas empañaron mis ojos y entonces Harry entró en la habitación.
- ¿Estás bien?
- Si - me sequé las lágrimas - he visto tu mención y no he podido evitarlo.
- Yo he visto la tuya - sonreímos - Oye - empezó a decir - puedes dormir aquí esta noche y todas las que quieras.
- ¿Significa esto que estamos juntos de nuevo?
- Déjame hacer una prueba para decidirme totalmente - me levanté, me puse detrás y le tapé los ojos - ¿quién soy?
- ¿Ésta es tu gran prueba? - pregunto haciendo mucho gestos.
- Si, ¿quién soy? - tardó en contestar pero finalmente lo hizo.
- Alejandra.- sonrió y me senté a su lado.- ¿Volvemos?
- No, no vamos a volver a salir juntos - dije seria.
- ¿Qué? No lo entiendo - sus ojos no enfocaban un punto fijo, miraban de un lado a otro, nerviosos esperando una respuesta.
- Si de verdad me quisieras, si de verdad quisieras volver conmigo, habrías dicho "la chica a la que más quiero", "la chica que va a volver conmigo" o incluso "mi novia".
- Pero yo te quiero, eres muy guapa y...
- Ahí está el problema - le interrumpí - Me quieres por mi físico, Harry abre los ojos por favor, acepta que estás enamorado de Ana, de su forma de ser, de sus movimientos, de su voz, de todo lo que hace o dice.
- No, yo te quiero - me miró.
- No - le devolví la mirada - quieres quererme pero no puedes, no puedes porque sólo piensas en Ana - hubo un silencio enorme - Mira, no quiero que pierdas el tiempo conmigo, ve a por Ana, ella te quiere y tú a ella así que me quito de en medio y os dejo las cosas fáciles.
- Tienes razón - dijo después de otro gran silencio - Siento haberte hecho perder el tiempo.
- No - le cogí del mentón para que me mirara - no quiero que pienses eso, contigo he vivido lo que no he vivido con nadie. No me has hecho perder el tiempo, me has ayudado a crecer, a darme cuenta de las cosas, a escuchar a mi corazón.
- Prométeme que las cosas no se enfriarán entre nosotros, que tendremos la misma relación que teníamos antes de salir, que tendremos esos piques, esos besos en la mejilla o en la frente, esos abrazos... Prométeme que no habrá incomodidades.
- No creía que hiciera falta prometerlo - sonreímos - eso ya lo tenía claro. - nos abrazamos, las lágrimas cayeron por mi rostro ¿por qué? Era yo la que lo estaba dejando ¿por qué lloraba? Lo miré, vi como una lágrima resbalaba por su cara y lloré más. Hice llorar a Harry, hice llorar al chico que más había querido en el mundo, hice llorar a mi ídolo y al que luego sería mi mejor amigo. Nos secamos las lágrimas y nos quedamos un rato allí en el jardín bromeando. De vez en cuando las lágrimas volvían a aparecer en mis ojos pero él hacía que desaparecieran con una broma. Pensaba que había escogido bien, que había hecho la elección correcta porque disfrutaba mucho más de Harry cuando era mi amigo y me picaba, esa era la única relación que yo quería con él. Miré el reloj, las 15:02h. Decidimos entrar a comer con los chicos, cuando nos vieron entrar se hizo un gran silencio. Harry y yo nos sentamos juntos, teníamos enfrente a Louis que me echó una mirada de "¿Lo habéis arreglado?" a la que yo respondí con una de "hablamos luego"
- Zayn, Louis me ha amenazado - dijo Ari, por fin alguien rompía ese maldito silencio.
- ¿Otra vez? - preguntó Zayn riendo.
- Si, dile que ya va siendo hora de que acepte lo nuestro - todos nos reímos, daba gusto reírse después de la mayor ruptura de tu vida, daba gusto tener a tus mejores amigos a tu lado en esos momentos, bueno, ya eran mi familia. Subí a la habitación de Harry y, como hacía siempre que estaba depre o que necesitaba asimilar algo, cogí el móvil y me puse los cascos. Empezó a sonar Good Night de Reece Martin y me llené de energía. Me conecté a Twitter y vi que tenía una mención de Harry "@alejandra_stylik y yo lo hemos dejado de mutuo acuerdo. No quiero que la amenacéis ni nada por el estilo, ella me ha abierto los ojos, me ha hecho darme cuenta de que quiero a otra persona. Aun así, no perdemos el contacto y seguimos siendo amigos xx". Lo había hecho oficial así que era hora de que yo hiciera lo mismo "@Harry_Styles y yo lo hemos dejado pero no os preocupéis ha sido de mutuo acuerdo y seguimos siendo amigos xx". Ya era oficial, las lágrimas empañaron mis ojos y entonces Harry entró en la habitación.
- ¿Estás bien?
- Si - me sequé las lágrimas - he visto tu mención y no he podido evitarlo.
- Yo he visto la tuya - sonreímos - Oye - empezó a decir - puedes dormir aquí esta noche y todas las que quieras.
- Gracias - sonreí.
- No hay de qué, pienso que eso es lo mejor que podemos hacer para dejar de ser novios y empezar a ser amigos - me dio un beso en la mejilla - vuelvo con los demás ¿vale?
- Claro - sonreí y salió por la puerta. Entonces volvió a entrar, puso su cabeza al lado de la mía, hizo una foto dándome un beso en la mejilla y salió igual de rápido de lo que entró. Otra mención "Gracias por interesaros tanto en nosotros, aquí tenéis una foto". Sonreí, este chico no era normal. Leí muchas menciones de chicas que decían que éramos un ejemplo a seguir, que así es como se debe romper con alguien, que nos apoyaban, que nos querían, que lo sentían mucho... en fin, me sentía querida. Empezó a sonar Everything About You ¿por que mi móvil se empeñaba en recordarme que había roto con Harry? Pasé la canción, estaba en aleatorio así que empezó a sonar Taken. Esto ya era demasiado, volví a pasarla y empezó a sonar Mirror de Lil Wayne y Bruno Mars. ¿Sabéis esas ganas que tienes cuando solo quieres estar sola? Eso era lo que me pasaba. Estaba triste, no tenía ganas de nada, quería estar sola, necesitaba estar sola. En ese momento sólo esperaba que alguien me diera un abrazo inesperado, que me lo diera así, sin más. Pero eso no iba a pasar, sólo la gente que me quiere de verdad, se molestaría en preguntarme un simple "¿Qué tal?".
[Narra Louis]
Cuando vi entrar a Harry y a Alejandra sonriendo pensé que habían vuelto pero me fijé y vi que sus sonrisas no enseñaban lo que verdaderamente sentían, así que cuando miré a Alejandra con cara de "¿Lo habéis arreglado?" y ella me miró con una de "Hablamos luego" pensé que lo habían dejado para siempre. Cuando acabamos de comer nos quedamos viendo la tele en el salón, todos menos Alejandra que subió a la habitación de Harry. Pensé en seguirla pero decidí darle un poco de tiempo. Miré el reloj, las 17:43h ya había tenido suficiente tiempo a solas ¿no? Subí las escaleras con un diálogo en mi mente pero cuando llamé a la puerta y escuché "Adelante" con esa voz triste y vulnerable lo único que salió de mi boca fue un estúpido "¿Qué tal?". No respondió porque tenía puesta la música así que me senté a su lado, al verme se quitó los cascos.
- ¿Habéis vuelto?
- No - miró al suelo, evitando mi mirada.
- Lo siento - hubo un gran silencio - Bueno, ¿qué tal? - le repetí esa estúpida pregunta que le había hecho antes y que no había respondido.
- Bueno - sonrió irónicamente - no pensé que iba a ser tan duro.
- Pero si os vi besándoos - me arrepentí de sacar el tema pero necesitaba saber por qué habían roto.
- Si - carraspeó - pero después hice una prueba y decidí dejarlo.
- ¿Qué prueba? - se levantó, se puso detrás de mí y me tapó los ojos.
- ¿Quién soy? - preguntó, la respuesta vino rápida a mi mente "Alejandra" sin embargo mi corazón anuló a mi cerebro.
- Mi mejor amiga - me quitó las manos y me dio un beso en la mejilla.
- Has pasado la prueba - sonreímos. - Harry dijo que era Alejandra, entonces comprendí que él quería a Ana - la sonrisa se le borró de la cara nada más decir eso.
- ¿Harías algo por mí? - pregunté.
- Claro
- ¿Recuerdas la frase que escribí en la mampara del revés para que se reflejara en el espejo? - le miraba fijamente, quería saber exactamente sus reacciones.
- Si - sonrió al recordarla.
- Pues quiero que además de eso hagas esto - carraspeé - Ríe hasta quedarte sin respiración, canta esa canción que tanto te emociona, ve a un parque y espanta a las palomas, come todo el chocolate que puedas, grita, salta más alto que nadie, corre, baila bajo la lluvia, revuélcate en la arena, tírate con ropa a la piscina. - Alejandra me miraba muy atenta, escuchando cada palabra con atención - Sáltate las reglas sin dañar a nadie. Y, piensa, por cada lagrima una sonrisa. Vive cada momento como si fuera el último. Porque, un día, te despertarás con arrugas en la cara. Sueña como si fueras a vivir para siempre y vive como si fueras a morir mañana.
- Es muy fácil decirlo pero - suspiró - cuesta una vida hacerlo.
- No y menos si eres tú, por Dios mírate eres un payasa, estarás deprimida unas horas y luego volverás a ser como antes. Lo sé porque eres igual que yo.
- Louis tú no sabes lo que siento ahora mismo.
- Sí lo sé.
- ¿Has amado alguna vez a alguien hasta llegar a sentir que ya no existes? - miró al techo pensando - ¿Hasta el punto en el que ya no te importa lo que pase?- me encontré con su mirada empañada en lágrimas, esos ojos verdiazulados estaban rojos de tanto llorar -¿Hasta el punto en el que estar con él ya es suficiente, cuando te mira y tu corazón se detiene por un instante?.
- Si - miré al suelo, mi corazón se moría por soltar lo mucho que la quería pero mi cerebro me decía que ese no era el momento, se hizo un gran silencio - Sonríe, por favor, si no es por ti hazlo por mí.
- Hoy no puedo - dijo mientras negaba con la cabeza.
- Sí puedes, pero no quieres.
- No, es que no tengo motivos por los que sonreír.
- ¿Ah, no? Soy capaz de hacer millones de tonterías todo lo que queda de día e incluso de semana hasta que muestres esa sonrisa tan bonita que tienes.
- No eres capaz.
- Por favor, soy Louis The Tommo Tomlinson sabes que soy capaz de todo.
- No puedo, no me sale y no tengo motivos, lo siento.
- ¿Quieres que te dé motivos? - carraspeé y la miré a los ojos, no aparté la mirada ni un solo segundo de esos ojos tan bonitos que ahora lloraban - Eres una de las personas más maravillosas que conozco, cuando necesito a alguien... apareces, no sé de dónde, pero allí estás tu con tu carita, con tus palabras, recordándome una y otra vez por qué merezco la pena, con la única forma de hacerme olvidar lo malo. Sonríe por todo lo que me haces sonreír cuando hablas, me haces sentir bien cuando estoy a tu lado. Sé que si tengo frío me vas a ofrecer toda tu ropa aunque no me quede bien, me vas a abrazar y me vas a hacer olvidar que estamos en uno de los lugares más fríos del mundo. Entonces te miro y tú sonríes. Recuerda, sonríe porque tienes la sonrisa más bonita que he visto nunca.
- Eres tonto.
-Y tú preciosa.
- ¿Sabes? - hizo una pausa - Sonreí al imaginarte haciendo tontería durante toda la semana, con esa locura tuya, con el pelo alborotado, sabiendo que lo harías solo para verme sonreír.
- Así me gusta - sonreí y le acaricié la cara.
- ¿Sabes qué quiero? - la miré - Quiero una persona a la cual decirle "mi amor", quiero alguien a quién besar, quiero alguien a quién abrazar, quiero a alguien con quién caminar de la mano, quiero alguien que me llame todas las mañanas para decirme ''buenos días princesa'', a alguien que me mande un sms cada noche deseándome ''buenas noches'', quiero alguien en quién pensar todo el día y que cuando me vaya a dormir empiece a soñar, quiero alguien con la cual tenga un millón de fotos besándonos, quiero gritarle al mundo que amo a alguien y que nunca la haré sufrir, quiero eso y mucho más.
- Yo puedo ser ese alguien - lo dije muy en serio, realmente quería ser ese alguien.
[Narra Louis]
Cuando vi entrar a Harry y a Alejandra sonriendo pensé que habían vuelto pero me fijé y vi que sus sonrisas no enseñaban lo que verdaderamente sentían, así que cuando miré a Alejandra con cara de "¿Lo habéis arreglado?" y ella me miró con una de "Hablamos luego" pensé que lo habían dejado para siempre. Cuando acabamos de comer nos quedamos viendo la tele en el salón, todos menos Alejandra que subió a la habitación de Harry. Pensé en seguirla pero decidí darle un poco de tiempo. Miré el reloj, las 17:43h ya había tenido suficiente tiempo a solas ¿no? Subí las escaleras con un diálogo en mi mente pero cuando llamé a la puerta y escuché "Adelante" con esa voz triste y vulnerable lo único que salió de mi boca fue un estúpido "¿Qué tal?". No respondió porque tenía puesta la música así que me senté a su lado, al verme se quitó los cascos.
- ¿Habéis vuelto?
- No - miró al suelo, evitando mi mirada.
- Lo siento - hubo un gran silencio - Bueno, ¿qué tal? - le repetí esa estúpida pregunta que le había hecho antes y que no había respondido.
- Bueno - sonrió irónicamente - no pensé que iba a ser tan duro.
- Pero si os vi besándoos - me arrepentí de sacar el tema pero necesitaba saber por qué habían roto.
- Si - carraspeó - pero después hice una prueba y decidí dejarlo.
- ¿Qué prueba? - se levantó, se puso detrás de mí y me tapó los ojos.
- ¿Quién soy? - preguntó, la respuesta vino rápida a mi mente "Alejandra" sin embargo mi corazón anuló a mi cerebro.
- Mi mejor amiga - me quitó las manos y me dio un beso en la mejilla.
- Has pasado la prueba - sonreímos. - Harry dijo que era Alejandra, entonces comprendí que él quería a Ana - la sonrisa se le borró de la cara nada más decir eso.
- ¿Harías algo por mí? - pregunté.
- Claro
- ¿Recuerdas la frase que escribí en la mampara del revés para que se reflejara en el espejo? - le miraba fijamente, quería saber exactamente sus reacciones.
- Si - sonrió al recordarla.
- Pues quiero que además de eso hagas esto - carraspeé - Ríe hasta quedarte sin respiración, canta esa canción que tanto te emociona, ve a un parque y espanta a las palomas, come todo el chocolate que puedas, grita, salta más alto que nadie, corre, baila bajo la lluvia, revuélcate en la arena, tírate con ropa a la piscina. - Alejandra me miraba muy atenta, escuchando cada palabra con atención - Sáltate las reglas sin dañar a nadie. Y, piensa, por cada lagrima una sonrisa. Vive cada momento como si fuera el último. Porque, un día, te despertarás con arrugas en la cara. Sueña como si fueras a vivir para siempre y vive como si fueras a morir mañana.
- Es muy fácil decirlo pero - suspiró - cuesta una vida hacerlo.
- No y menos si eres tú, por Dios mírate eres un payasa, estarás deprimida unas horas y luego volverás a ser como antes. Lo sé porque eres igual que yo.
- Louis tú no sabes lo que siento ahora mismo.
- Sí lo sé.
- ¿Has amado alguna vez a alguien hasta llegar a sentir que ya no existes? - miró al techo pensando - ¿Hasta el punto en el que ya no te importa lo que pase?- me encontré con su mirada empañada en lágrimas, esos ojos verdiazulados estaban rojos de tanto llorar -¿Hasta el punto en el que estar con él ya es suficiente, cuando te mira y tu corazón se detiene por un instante?.
- Si - miré al suelo, mi corazón se moría por soltar lo mucho que la quería pero mi cerebro me decía que ese no era el momento, se hizo un gran silencio - Sonríe, por favor, si no es por ti hazlo por mí.
- Hoy no puedo - dijo mientras negaba con la cabeza.
- Sí puedes, pero no quieres.
- No, es que no tengo motivos por los que sonreír.
- ¿Ah, no? Soy capaz de hacer millones de tonterías todo lo que queda de día e incluso de semana hasta que muestres esa sonrisa tan bonita que tienes.
- No eres capaz.
- Por favor, soy Louis The Tommo Tomlinson sabes que soy capaz de todo.
- No puedo, no me sale y no tengo motivos, lo siento.
- ¿Quieres que te dé motivos? - carraspeé y la miré a los ojos, no aparté la mirada ni un solo segundo de esos ojos tan bonitos que ahora lloraban - Eres una de las personas más maravillosas que conozco, cuando necesito a alguien... apareces, no sé de dónde, pero allí estás tu con tu carita, con tus palabras, recordándome una y otra vez por qué merezco la pena, con la única forma de hacerme olvidar lo malo. Sonríe por todo lo que me haces sonreír cuando hablas, me haces sentir bien cuando estoy a tu lado. Sé que si tengo frío me vas a ofrecer toda tu ropa aunque no me quede bien, me vas a abrazar y me vas a hacer olvidar que estamos en uno de los lugares más fríos del mundo. Entonces te miro y tú sonríes. Recuerda, sonríe porque tienes la sonrisa más bonita que he visto nunca.
- Eres tonto.
-Y tú preciosa.
- ¿Sabes? - hizo una pausa - Sonreí al imaginarte haciendo tontería durante toda la semana, con esa locura tuya, con el pelo alborotado, sabiendo que lo harías solo para verme sonreír.
- Así me gusta - sonreí y le acaricié la cara.
- ¿Sabes qué quiero? - la miré - Quiero una persona a la cual decirle "mi amor", quiero alguien a quién besar, quiero alguien a quién abrazar, quiero a alguien con quién caminar de la mano, quiero alguien que me llame todas las mañanas para decirme ''buenos días princesa'', a alguien que me mande un sms cada noche deseándome ''buenas noches'', quiero alguien en quién pensar todo el día y que cuando me vaya a dormir empiece a soñar, quiero alguien con la cual tenga un millón de fotos besándonos, quiero gritarle al mundo que amo a alguien y que nunca la haré sufrir, quiero eso y mucho más.
- Yo puedo ser ese alguien - lo dije muy en serio, realmente quería ser ese alguien.